Fiesta: 6 de diciembre
Nicolás habría nacido en Patara, Licia, la
actual Turquía, hacia el 270, de una riquísima familia. Cuando fue
elegido obispo de Mira, utilizó todos sus bienes para socorrer a los
pobres, los enfermos y los prisioneros.
Fiel a la Iglesia romana rechazó la
herejía arriana y tomó parte en el 352, en el Concilio de Nicea, donde
se proclamó la divinidad de Cristo.
En su actividad pastoral realizó muchos
milagros: libró a tres oficiales del suplicio, aplacó las tempestades
del mar, preservó a Mira de una carestía y hasta resucitó a los muertos.
Murió un 6 de diciembre entre el 345 y el
350. Fue sepultado en la catedral de Mira, en la que pronto fue venerado
como santo. Siete siglos después, cuando en Puglia se afirmó el dominio
normando, Nicolás de Mira se convirtió en Nicolás de Bari, ya que un
grupo de marineros se apoderó de sus reliquias, el 9 de mayo de 1087, y
las llevó a la ciudad de Bari.
Su leyenda se propagó por toda Europa y
por todo el mundo hasta convertirse en el famoso “san Nicolás” que trae
regalos a los niños en Navidad.