lunes, 9 de noviembre de 2009

LUIS GUITARRA. "ALÉGRENSE - PREOCÚPENSE" DEL CD "TODO ES DE TODOS" 2009


ALÉGRENSE - PREOCÚPENSE

LETRA Y MÚSICA: LUIS GUITARRA

Están surgiendo voces escondidas,
están amaneciendo otras verdades...
Se acercan con antorchas encendidas,
iluminando nuestras ciudades.

Son fruto de la Paz y de las guerras,
son signo de incalculable valor...
Son hombres y mujeres de esta tierra,
son mis iguales, son lo que yo.

Alégrense los que creen en los demás,
los que se dejan por otros la piel.
Preocúpense los que acumulan bienestar,
los que buscan el poder.
Alégrense los que construyen la Verdad,
los que soñaron un mundo al revés.
Preocúpense los que no quieren dialogar,
los que no saben ceder.

Están subiendo porque somos Norte,
se están quedando porque “aquí es mejor”...
Entraron sin sellar el pasaporte,
pero trajeron su corazón.

No son testigos mudos, sin memoria;
ni son el lastre de nuestra inflación...
Son parte trascendente de la Historia.
No son problema... son solución.

Alégrense los que creen en los demás,
los que se dejan por otros la piel.
Preocúpense los que acumulan bienestar,
los que buscan el poder.
Alégrense los que construyen la Verdad,
los que soñaron un mundo al revés.
Preocúpense los que no quieren dialogar,
los que no saben ceder.

Preocúpense, preocúpense los que “son alguien”... preocúpense
Preocúpense, preocúpense los intachables... preocúpense
Preocúpense, preocúpense los que no lloran... preocúpense
Preocúpense, preocúpense los que atesoran... preocúpense

Alégrense, alégrense, los excluidos... alégrense
Alégrense, alégrense, los perseguidos... alégrense
Alégrense, alégrense, los que confían... alégrense
Alégrense, alégrense, los que se fían... alégrense

Preocúpense los empresarios, que pagan salarios de risa y de hiel.
Alégrense los voluntarios, si son solidarios estén donde estén.
Preocúpense los puritanos, que lavan sus manos cumpliendo la Ley.
Alégrense los compañeros, que siempre estuvieron, con dudas o fe.
Alégrense los humanistas, los gays, los artistas, la gente de bien...
Alégrense y hasta la vista, y perdonen que insista... ustedes también.

Alégrense, alégrense, alégrense, alégrense, alégrense, alégrense...

PUEDES HACER EL PEDIDO EN:

pedidos

http://www.luisguitarra.com/02_discos/pedidos.html

LUIS GUITARRA."TODO ES DE TODOS" GRABACIÓN DEL TEMA EN CONCIERTO



TODO ES DE TODOS

LETRA Y MÚSICA: LUIS GUITARRA

Si todo es de todos,
la Deuda del mundo es una injusticia.

Si todo es de todos,
los que tienen tanto que no pidan más.

Si todo es de todos,
¿por qué hay tanta gente que no tiene nada?

Si todo es de todos,
las deudas eternas tendrán un final.

Todo es de todos, todo es de todos.
Todo es de todos, todo es de todos.



PUEDES VER EL VIDEO EN:
Luis Guitarra: "Todo es de Todos"
OTRO VIDEO EN:
MANOS UNIDAS 50 AÑOS - Luis Guitarra - TODO ES ...

miércoles, 4 de noviembre de 2009

'Más allá del corazón'. Un estribillo "cañero" para animar a los jóvenes a cursar estudios de Religión Católica


PUEDES ACCEDER A LA NOTICIA Y ESCUCHAR EL TEMA EN:

http://www.20minutos.es/noticia/557562/0/cancion/jovenes/religion/

Un estribillo "cañero" para animar a los jóvenes a cursar estudios de Religión

  • Un cantautor zamorano compone una canción para motivar a los alumnos a matricularse en Religión.
  • La letra de la canción dice que "más allá del corazón, de los cinco sentidos, más allá hay una opción: clase de Religión".
  • Afirma que la síntesis de la asignatura está contenida en tres estrofas.

C. GALÁN / M. R. PRIEGO. 04.11.2009

"La clase de Religión es una opción muy importante y vital en la educación de los chavales, no sólo espiritual y religiosa, sino también de formación racional, de pensamiento, de concepción histórica, de la vida y de los tiempos que vivimos". Sentido de la vida, paz, solidaridad y todos conviviendo en nuestra sociedad

Así de rotundo se muestra el cantautor Rogelio Cabado, quien ha compuesto, a petición del delegado diocesano de enseñanza del Obispado de Zamora, Juan Carlos López, una canción llamada Más allá del corazón para motivar a los alumnos y los padres a matricularse en la asignatura de Religión.

Cabados explicó a 20minutos.es que el tema se presentará el próximo sábado durante el III Congreso Regional de Enseñanza de Religión en la Escuela y que los asistentes "conocerán la síntesis de la asignatura contenida en tres estrofas".

La canción, en la que según el cantautor zamorano ha colaborado Juanjo Melero (guitarrista de Tam Tam Go!), comienza así: "Hacer que la persona viva en justicia, educar en libertad, ser feliz, es fácil si los padres hoy decidimos lo mejor de nuestros hijos así: Sentido de la vida, paz, solidaridad y todos conviviendo en nuestra sociedad".

Un estribillo "cañero"

Tras la primera estrofa, llega un estribillo "un poco más cañero, en plan pop-rock" -detalla Cabado- cuya letra es: "Más allá del corazón, de los cinco sentidos, más allá hay una opción: clase de Religión". La dignidad humana es la elección mejor

Otra estrofa señala: "Ha llegado el momento de levantar la voz: la dignidad humana es la elección mejor".

El cantautor, que trabaja como profesor de Electrónica Informática en un centro de Zamora, explica que "me toca mucho la fibra religiosa, veo una necesidad en el hombre, la mujer y el joven, una carencia muy grande de silencio y reflexión que me gusta compensar a través de mi música".

Afirma que cuando prepara una canción, lo primero que hace es enseñársela a sus alumnos, "a los que les gusta mucho mi música". Cabado trabaja actualmente en su duodécimo disco y apunta que todos los anteriores tienen "un mensaje cristiano desde los valores humanos y sociales".

martes, 3 de noviembre de 2009

ARTÍCULO SOBRE "ÁGORA".JESÚS TRILLO FIGUEROA. Diario "La Razón"



Desmontando «Ágora» e Hypatia
Jesús TRILLO FIGUEROA (Abogado del Estado)

Diario La Razón

«Ágora: Hypatia» (I)

El cine es un maravilloso medio para contar la Historia, pero tiene sus limitaciones: a veces, las ambiciones excesivas pasan factura. Los realizadores de «El Código da Vinci» pretendieron convertir a Magdalena en diosa y se pasaron. Amenábar pretende, nada más y nada menos, contar una historia a partir de la cual «el mundo cambió para siempre». Y se ha vuelto a pasar cuatro pueblos más. La película tiene tantos mensajes ideológicos que es imposible meterlos en dos horas y, al mismo tiempo, mantener un ritmo entretenido, interesante y espectacular.

El cine requiere medir las secuencias, los silencios, los tránsitos y, sobre todo, un guión que mantenga la atención del espectador. Es una pena, porque la película contaba con todos los mimbres: un gran director, una generosa producción, una preciosa actriz, un maravilloso decorado y una perfecta ambientación. Pero lo que pretenden es inyectar en una pastilla los siguientes mensajes: primero, que las religiones generan odio y violencia. Segundo, que el cristianismo es la más talibán de todas y la que empezó. Tercero, que existen dos mundos, por una parte, el de la filosofía y la ciencia, contrapuesto e incompatible con el de la religión. Cuarto, que el cristianismo al principio fue misericordioso, pero la jerarquía eclesiástica y la Iglesia son por definición intolerantes y fundamentalistas. Y, sobre todo, hay dos mensajes más que son especialmente queridos por la película y por toda la explosión de libros y propaganda que estos días se vienen haciendo: el cristianismo es la causa de la caída del Imperio Romano y de la desaparición de la sabiduría grecolatina. Además, es el culpable de la subordinación y dominación de la mujer por parte del hombre. En fin, Alejandría e Hipatia son el símbolo de una civilización grecorromana basada en la filosofía, la ciencia y la libertad, hasta que llegó el cristianismo y comenzó la oscura Edad Media. Demasiado para una sola película. Y la cosa continúa porque, según declara el director, «es increíble cómo se parece a la situación actual».

¿Es casualidad que desde julio hasta el estreno de la película se hayan publicado más de cuatro biografías sobre Hipatia, paradigma de las cuales es la de Clelia Martínez Maza, financiada por la Dirección General de Ciencia y Tecnología? Más de 10 novelas, ejemplo de las cuales es la escrita por el hermano de Carmen Calvo, ex ministra de Cultura, además de multitud de estudios de historia sobre la época. Y todo ello con el mismo mensaje. Que todo salga al mismo tiempo no puede ser casualidad. Una vez más, nos encontramos con un ataque ideológico perfectamente orquestado, del cual, por cierto, Amenábar suele ser pistoletazo de salida, como lo fue en el caso de «Mar adentro» con la eutanasia.

Ahora la cosa va directamente contra la religión y particularmente contra el cristianismo. Lo malo de la trama que cuenta la película es que es mentira desde el principio hasta el final. Forma parte de la estrategia de reescribir la Historia a la que es tan aficionada nuestra izquierda. Hipatia no fue asesinada siendo una joven tan hermosa como Rachel Weisz, de 38 años, sino que murió en el año 415 y tenía 61. No fue famosa por sus dotes de astronomía por más que en la película se empeñen terca y cansadamente, atribuyéndole haberse adelantado a Kepler más de mil años; sino porque era una «divina filósofa» platónica, en palabras del obispo cristiano Sinesio de Cirene –única fuente coetánea que se conserva sobre ella–, a la que llama en sus cartas «madre, hermana, maestra, benefactora mía». El citado obispo, a quien en la película se le hace traidor y cómplice en el asesinato de la filósofa, murió dos años antes que ella, así que es imposible que tuviera nada que ver con su muerte. Ella fue virgen hasta el final, pero no vivió la castidad como ha dicho la protagonista, que se ha declarado feminista radical, «para ser igual que un hombre y poder ejercer una profesión con plena dedicación». Lo hizo porque, coherente con su filosofía, ejercía la Sofrosine, es decir el dominio de uno mismo a través de las virtudes entendidas como el control de los instintos y las pasiones.

Hipatia nunca fue directora de la Biblioteca de Alejandría, ni ésta fue destruida por los talibanes cristianos. La biblioteca fue incendiada por Julio César, saqueada junto con el resto de la ciudad por Aureliano en el año 273, y rematada por Diocleciano en 297. Es verdad que en el año 391 fue destruido lo que quedaba del templo del Serapeo después de la destrucción por los judíos en tiempos de Trajano, y también el repaso que le pegó Diocleciano, quien, para conmemorar la hazaña, puso allí su gran columna, razón por la cual los cristianos lo destruyeron, ya que él era el símbolo de las persecuciones que sufrieron durante trescientos años. Pero lo que allí quedaba de la biblioteca era tanto como lo que restaba en otros sitios. El paganismo siguió existiendo en Alejandría hasta que llegaron los árabes. Y el neoplatonismo siguió floreciendo, hasta que lo recuperó el renacimiento cristiano. Por cierto, que yo sepa, su más brillante exponente se llamaba San Agustín, coetáneo de Hipatia.

«Ágora: Cirilo» (y II) La historia de Hipatia ha sido objeto de manipulación por todas las tendencias ideológicas, desde la Ilustración hasta el feminismo radical más reciente. Para algunos, como Voltaire, «desde la muerte de Hipatia hasta la Ilustración, Europa está sumida en la oscuridad; la Ilustración, al rebelarse contra la autoridad de la Iglesia, la revelación y los dogmas, vuelve a abrir la iluminación de la razón». En la última versión feminista de Úrsula Molinaro, Hipatia es la campeona del amor libre, a pesar de que en realidad era virgen. La conclusión es que de la verdadera historia de Hipatia se pasa a la leyenda de Hipatia, que se convierte en la leyenda del Crimen de Alejandría, cuyo protagonista principal es el obispo Cirilo.

La película de Amenábar recoge casi todos los ingredientes de esta leyenda: Hipatia es símbolo de mujer libre que representa el fin de la cultura grecolatina y el comienzo del oscurantismo cristiano, asesinada por unos fanáticos talibanes cristianos al mando del obispo Cirilo. ¿De dónde surge esta leyenda? El primero que narró el crimen fue Sócrates Escolástico en el siglo V, un letrado al servicio del patriarca de Constantinopla Néstorio, enemigo del patriarca de Alejandría Cirilo. Pero la atribución directa a este último de la autoría del asesinato fue cosa del escritor pagano Damascio, que escribió la «Vida de Isidoro», que es una apología del paganismo durante el final del siglo V y principios del VI.

No obstante, la auténtica leyenda surge con la obra de John Toland en 1720. Éste era un irlandés, hijo ilegítimo de un sacerdote católico, que se hizo protestante y posteriormente activo militante del ateísmo en la Gran Logia de Londres. Después vino Voltaire; después, el historiador Edward Gibbon, quien, para argumentar su tesis acerca de que el cristianismo es la causa interna de la decadencia del Imperio Romano, utiliza la leyenda de Hipatia y declara a Cirilo responsable de todos los conflictos que estallaron en Alejandría en el siglo V. Más tarde llegarán las versiones románticas de Leconte de Lisle y otros, y finalmente el feminismo radical, para el que Hipatia fue la primera mártir de la misoginia propia del cristianismo. Todos los autores citados, y alguno más, tienen una cosa en común: son masones reconocidos.

Una de las grandes mentiras de la historia que se quiere propagar es que la mujer fue libre en Grecia y en Roma hasta que llegó el cristianismo y la sometió la sujeción del hombre; a esta idea también contribuye la película. Lo cierto es que en Grecia la mujer era considerada una cosa más de la casa, y en Roma, no era una «sui iuris», es decir, titular de derechos, sino que era considerada «capiti diminutio», como un niño o un incapacitado y, por tanto, estaba sometida a la tutela o la «manus» del padre o del marido. Por el contrario, fue el cristianismo el que consideró al hombre y a la mujer iguales en naturaleza, pues ambos son hijos de Dios y hermanos en Cristo; y prueba de ello es que las primeras manifestaciones de mujeres libres autodeterminándose, pese a la voluntad de sus padres o del estado, fueron las primeras mártires cristianas víctimas de las persecuciones romanas, tales como Inés Ágata o Cecilia. Y precisamente la explicación fundamental en torno al odio a Cirilo está en esta cuestión. Independientemente de que la carta de San Pablo a Timoteo no refleja precisamente una visión emancipada de la mujer, no es creíble que Cirilo la impusiera como literalidad a cumplir, porque es precisamente Cirilo quien más ha exaltado en la historia de la humanidad la condición femenina, pues a él se debe la expresión «Theotokos», palabra griega que significa madre de Dios.

El personaje del que hablamos, al que la película presenta con caracteres parecidos a Bin Laden para luego dejar en letras la explicación de que a ese «energúmeno» que ustedes han visto la Iglesia católica lo hizo Santo y León XIII lo declaró doctor de la Iglesia, efectivamente es San Cirilo de Alejandría. Él fue el que derrotó a la herejía Nestoriana en el Concilio de Éfeso del 431. En esencia, la disputa consistía en si María era madre de Cristo o madre de Dios. De la respuesta a esta cuestión surge algo muy importante: la doble naturaleza divina y humana en una persona llamada Cristo. Cirilo consiguió que se convocase un concilio en Éfeso, puesto que era el lugar donde vivió sus últimos años la Virgen María, y logró que la Iglesia declarase el primer dogma mariano de la historia: María, Madre de Dios. Hasta aquel momento nadie en la historia había conseguido colocar a un ser humano mujer por encima de cualquier hombre. Éste es el personaje que en el fondo persigue la leyenda de Hipatia; curiosamente, Beltrand Rusell comienza su «Historia del pensamiento occidental» con una irónica semblanza de San Cirilo diciendo: «El motivo principal de su fama es el linchamiento de Hipatia». Todo esto huele excesivamente a podrido.


AUTOR: JESÚS TRILLO FIGUEROA.
Diario "La Razón".

CREDO. Francisco Manuel JIMÉNEZ GÓMEZ


Credo:
“Creo en la Iglesia, una, santa, católica y apostólica”

Francisco Manuel JIMÉNEZ GÓMEZ
(Sacerdote diocesano de Ciudad Real)

Con Vosotros

Sí, por pura gracia de Dios pertenezco a la Iglesia católica. Para mí es un motivo de alegría llevar ese hermoso nombre, pertenecer a esa Iglesia, que habitada por el Espíritu Santo, es en el mundo presencia viva del Crucificado-Resucitado.

Creo en la Iglesia que plantaron los Apóstoles Pedro y Pablo y Juan y Andrés, y Tomás y Felipe y Bartolomé… aquellos que bebieron el cáliz del Señor y lograron ser amigos de Dios. La misma Iglesia que, desde sus comienzos se reúne para partir el pan y escuchar las enseñanzas de los apóstoles; la que por caminos diversos se congrega en una unidad admirable: ¡la única Iglesia de Cristo!

Creo en la Iglesia, en cuyo seno bautismal fui gestado a la Vida, en cuya mesa se sirve el pan Eucarístico, en cuya espacio no hay fronteras ni naciones, ni lenguas ni culturas porque caben todas y a todas purifica.

Creo en la Iglesia, la de los mártires y los santos, la de aquellos que fueron fieles incluso cuando tuvieron que beber la amargura del cáliz; la de los que también lo bebieron en el silencio de cada día, en la entrega de cada hora, en la generosidad derramada sin distinguir identidades.

Creo en la Iglesia, la criticada y calumniada, la pecadora y la santa; la de la historia bimilenaria de claroscuros y ambivalencias; la que me da ojos para ver y corazón para entender; la del contraste entre el pecado y la misericordia, la que pese a sus miserias siempre está ahí para vendar heridas, para acoger pródigos, para perderse en los arrabales del mundo.

Creo en la Iglesia, en la visible y en la que no se quiere ver, la que conserva el Vaticano y la que da esperanza en los pueblos y las aldeas; la experta en humanidad porque es consciente de sus debilidades; la que se acerca al enfermo y la que defiende la vida; a la que no estorba el dolor ni lo cubre con falsas compasiones.

Y creo en la Iglesia, aunque no esté de moda, con humildad y sin complejos, porque aunque reniegue de ella, tengo la certeza de que siempre estará ahí esperándome como una madre.

Por eso hoy,fiesta de los Apóstoles Pedro y Pablo, pedimos al Señor, al único Señor de la Iglesia, que nos conceda vivir de tal modo en su Iglesia que, perseverando en la fracción del pan y en la doctrina de los apóstoles, tengamos un solo corazón y una sola alma, arraigados firmemente en la fe y en su amor.