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Fiesta de los Finaos
La fiesta de los "FINAOS" (difunto) es
una fiesta popular canaria que se celebra la víspera de Todos los Santos
el 31 de Octubre. Los Finados o Finaos, son los seres fallecidos, que
con esta fiesta se les recuerda y rinde homenaje en la noche del 31 de
Octubre al 1º de Noviembre.
Celebración del velorio de finados
En la noche de difuntos, entre el día
uno y dos de noviembre. Antiguamente se velaba toda la noche haciendo
cuentos y chascarrillos, bebiendo vino y comiendo castañas, nueces y
dulces. En la actualidad los "finados" se siguen celebrando en los
medios rurales con timples, guitarras, bebidas y enyesques, llegando en
muchos clases matazón de un cerdo pequeño." (Orlando García Ramos, "Voces y frases de las Islas Canarias")
Antiguamente era una práctica en la que se reunían familiares, amigos y
vecinos a modo de convivencia en una noche peculiar. Se hablaba, se
debatía y se comían los frutos de la época, castañas, nueces, manzanas
del país y otros, acompañado todo con anís y ron miel, por las gélidas
temperaturas de la estación otoñal.
Con el paso del tiempo, fue teniendo un cierto carácter lúdico popular,
ya que participaba todo un pueblo e incluso se acompañaba la noche con
parrandas que amenizan la "finada", celebrada en varios lugares de
Tenerife, sobre todo en San Mateo y Santa Brígida, con rondallas, grupos
musicales y parrandas.
Hoy esta tradición está dando paso a una costumbre celta popularizada en
los Estados Unidos por los irlandeses a finales del siglo XIX, conocida
con el nombre de Halloween.
Respecto a las costumbres, a pesar que se han ido cambiando con el paso
del tiempo, se mantiene la de amasar el Pan de finados, con sus
exquisitas variedades: buñuelos, pan de huevo, botadas, empanadas,
guaguas de pan y el singular champús.
La tradición canaria de este día marca que los más jóvenes cogían la
talega y visitaban casa por casa todo el pueblo pidiendo “los santos”.
Tocaban en la puerta y preguntaban ¿hay santos?, la dueña decía que sí,
depositando en la talega almendras, nueces, higos pasados o castañas.
Para ese día se guardaban o se compraban castañas para asar, almendras, y
otras frutas. También se pasaban higos y tunos (higos picos), y a los
“higos pasaos” se les introducía una almendra. Estos podían ser
elementos de la celebración familiar, o bien lo que se iba a buscar y/o
llevar a los finaos. Para la celebración familiar se hacían platos más
elaborados como el queso de almendras e higos, el frangollo, “piñones”
incluso se podía matar algún animal. La mayor parte de las diferencias
en cuanto a quien participa (la familia, los jóvenes, los vecinos) donde
se realiza (en las casas propias, de los abuelos, los cercaos) y que se
consume, se explican por el carácter familiar de la tradición, la zona o
la economía familiar.
Rasgos
En los pueblos, la muerte de una persona no pasaba desapercibida para
nadie en aquel pequeño pueblo marcado por las faenas agrícolas y el
cambio de las estaciones. Ningún vecino podía ser ajeno a ella y, de un
modo u otro, era inexorable su activa participación en el hecho. La casa
del muerto se convertía en el centro de la actividad social, cuyos
habitantes encontraban pocas oportunidades de encontrarse y reunirse,
aparte de las que, eventualmente, les proporcionaba la misa o las
escasas fiestas.
Podemos pensar que el día de los Difuntos ha existido desde siempre,
mucho antes de que la Iglesia, siempre atenta a las fiestas paganas, le
pusiese una fecha. Coincide con el final del otoño, de las cosechas y de
la preparación para el Invierno.
En los orígenes de estas celebraciones, hallamos una mezcla de paganismo
y cristianismo. Aunque pueda parecerlo, no es una fiesta triste.
Recordando a los muertos se festeja la vida, y se ahuyentan los temores
contando historias comiendo y bebiendo.
La Noche de "Los Finaos"
Voy
a poner un trocito más de arena para hablar de una tradición Canaria
que se había olvidado y hoy día gracias a que se esta recuperando en
muchos Municipios y barrios de la Isla, la noche de Los Finaos, Con la
palabra Finaos, que en realidad es Finados que significa "persona
muerta" o "difunto", se hace referencia en muchos sitios de Canarias, a
una fiesta popular que se celebra la víspera del día de todos los
santos, el 1 de noviembre, aunque en muchos sitios se celebra la famosa
fiesta que ni prefiero nombrar el mismo día, pero sinceramente, prefiero
quedarme con la fiesta popular. Por lo que he podido averiguar la
tradición de los finados era, inminentemente, familiar. El día de los
finados se celebraba el 2 de noviembre. La víspera de ese día, la mujer
de mayor edad de cada familia recordaba a los muertos, los finados, los
que habían llegado a su fin (lógico eh?). «La madre o la abuela contaba
anécdotas de los finados de la familia y los hacía presentes con sus
palabras. Mientras tanto, se compartía una merienda a base de nueces,
castañas y almendras, acompañadas de vino dulce o anís y ron miel.
Luego
se salía a la calle y la celebración superaba pasaba a ser cosa de
todos, con cantos que rondaban el pueblo o el barrio, según se tratase,
al son de malagueñas. Particularmente, en el pueblo,
VEGA DE SAN MATEO,
lleva realizándose muchos años, y simplemente consiste en aparecer por
la plaza del pueblo, coger un vasito y empezar a beber anís y ron miel, y
coger un cono de papel e intentar coger un puñado de castañas tostadas
entre cientos de personas que se apelmazan delante de los fogones de
leña donde las tuestan. Y también son muy nombradas por la zona de
Agüimes,
Ingenio,
Santa Lucia y por muchos barrios de la parte sur de la Isla.
Los
Finaos representa la celebración de estas fechas para muchos Canarios.
Consiste en una práctica donde se familiares, amigos y vecinos a modo de
convivencia en una noche muy peculiar. Se hablaba, se debatía y se
comían los frutos de la época: castañas, nueces, manzanas del país y
demás, acompañado todo con anís y ron miel, por el fresquillo que ya
daban las temperaturas de la estación otoñal. Con el paso del tiempo, ha
empezado a tener un cierto carácter lúdico-popular, ya que participa
todo el pueblo e incluso se acompaña la noche con parrandas que ponen el
toque musical y divertido a la noche.
En
algunos pueblos y barrios hoy día se esta celebrando estas fiestas. La
cuestión es que más de 400 kilos de castañas se asaron esa noche en el
Parque Municipal de
Santa Brígida
para celebrar la fiesta. Bizcochos, nueces, manzanas, anís y vino de la
zona fueron, entre otras cosas los que hicieron disfrutar a muchísima
gente que abarroto las calles.
Vegueta
se ha convertido en el último reducto de la capital donde se celebra
esta fiesta. La plaza de Santo Domingo Mendizábal se llenó de
malagueñas. Se tupieron a castañas, dulces típicos, vinito y ron miel...
de esta manera escaparon de las calabazas, los trajes de brujas, las
telarañas y todo lo que lleva la fiesta anglosajona.