La celebración de la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María, es conocida en Oriente desde el siglo VI, la cual fue fijada el 8 de septiembre. En Occidente fue introducida hacia el siglo VII procedente del culto en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
La fiesta fue fijada el día 8 de septiembre singularmente porque era muy oportuno celebrar su nacimiento al principio del año eclesiástico según el Monologium Basilianum. Una narración apócrifa, titulada De ortu Virginis (sobre el nacimiento de la Virgen), ponía la concepción en el seno de Santa Ana a primero de mayo, y refería que Nuestra Señora había nacido, a los cuatro meses de gestación.
Aparición
El momento de la aparición de la Virgen del Pino siempre ha estado envuelto en un halo de misterio, existiendo todo tipo de versiones, algunas más o menos piadosas y otras que quitan al asunto todo carácter sobrenatural y hasta dan referencias de la persona que se trajo la talla desde España. Sin embargo, la tradición popular cuenta como hacia el año 1481 la imagen de la Virgen María apareció de manera sobrenatural en lo alto de un pino situado en las inmediaciones donde años más tarde sería levantada la basílica que la alberga.
Los diferentes reconocimientos del pino de la aparición de la imagen de la Virgen estuvieron orientados a la comprobación de la tradición. El pino de la aparición, robusto y ejemplar autóctono, tuvo 41,75 metros de altura y 6,72 centímetros de circunferencia.
Sin embargo, la extraña lápida que sirvió de pedestal a la virgen, con huellas podomorfas grabadas en la piedra, sólo fue vista por los pocos que subieron al alto pino, ya que la misma desapareció al caer el árbol. Señala la tradición que la aparición tuvo lugar el 8 de septiembre de 1481, siendo venerada la imagen desde entonces, además de por unos pastores, por el propio Fray Juan de Frías, obispo de la entonces Diócesis de Canarias. De acuerdo con el relato tradicional, todo esto ocurría cuando se estaba culminando la conquista de Gran Canaria, que tuvo lugar entre 1478 y 1483.6
El lugar de la aparición era un frondoso bosque que en el siglo XV se extendía por todo el centro y norte de la isla, que algunos historiadores sugieren que pueda ser un apéndice de la denominada Selva de Doramas. El pino en el que se apareció la imagen crecía en una zona conocida como Aterura, que en algunos escritos de la época aparece con las denominaciones Terore o Terori y que con el transcurso del tiempo quedaría fijado en la forma Teror que es la que ha llegado hasta nuestros días.
El Pino de las Maravillas
Hace referencia al Pino, en el cual Nuestra Señora del Pino se apareció. El Pino de la aparición era una especie autóctona en Canarias, denominado científicamente Pinus Canariensis. Este hecho favoreció la aparición en la Villa Mariana, puesto que por siglo XV, dicha región canaria se caracterizaba por sus numerosos y ricos manantiales los cuales se hallaban cubiertos por abundante vegetación.
En el lecho de Villa, destacaba la singularidad de un Pino que se alzaba como Rey del Bosque. Su voluminosidad era tal que la muchedumbre se sintió obligado en clasificarlo como Pinus thneda Canariensis, ya que el majestuoso árbol media 50 metros de alto y aproximadamente 32 palmos de circunferencia de tronco.
Cuentan que este majestuoso árbol fue el elegido para la aparición de la Virgen Canaria y a su vez el hallazgo de una fuente matinal, de la cual brotaban chorros de aguas medicinales, rodeada de tres singulares dragos.
Dicha aparición mariana causó un terrible apogeo, por lo que numerosas personas se acercaban al lugar santo para beneficiarse de tan milagrosa fuente de salud, lo cual obligó que por mandato del Obispo Cristobal de la Cámara y Murga, se construyera una cerca para limitar el acercamiento del lugar santo.
Debido a un fuerte vendaval, el 3 de abril de 1684, el Pino de las Maravillas fue arrancado del suelo fértil, lo cual causó una terrible desgracia para los vecinos de la Villa los cuales, alarmados pidieron la asistencia al lugar del Obispo por su enorme preocupación.
Actualmente, en el Camarín de Nuestra Señora del Pino, se halla una cruz de madera, realizada con el tronco del majestuoso Pino de las Maravillas; es conocida como La Cruz Verde.
La Fuente de los Milagros
También se hace referencia a una fuente perenne de agua dulce, que manaba al pie del Pino de la Virgen, y las gentes llevaban a con virtudes curativas y milagrosas. Llegó un momento en que dicha fuente se consume y acaba, la cual fue causa de que se pusiese en custodia, y quien quisiera usar de ella, diera algo para el nuevo culto de la Virgen. El encargado de la custodia de la fuente fue el Señor Obispo Eclesiástico a petición del pueblo de Teror; comportamiento aprobado por algunos pero repudiados pos muchas más personas lo que provocó una terrible disputa. Con terrible disputa la fuente dejo de manar agua lo que produjo una revolución social en Teror y por consiguiente las primeras suposiciones.
Los tres Dragos
Se refiere a los tres dragos de la especie Draco Palma canariensis que se habían originado en lo alto del Pino de las Maravillas donde se apareció la imagen de la Virgen María. Los historiadores mencionan que de los tres dragos mencionados, uno se había derribado a causa de los fuertes vientos, otro se secó, y el tercero cayó al suelo junto con el Pino.
La Peana
Según cuenta la tradición, se afirma que en la copa del Pino donde se apareció la Virgen, se hallaba una peana en la cual quedaron plasmadas las huellas de sus pies. Con la caída del Pino de las Maravillas, la peana se perdió aunque, aún perduran las sospechas de si fue perdida o si fue robada.
Fuente:http://es.wikipedia.org/wiki/Virgen_del_Pino