Otra joya pictórica para la Basílica de San Juan de Telde

San Juan luce ya el tríptico que el artista Jesús González Arencibia pintó inspirándose en el Cristo

Los turistas y oriundos que se adentren en la Basílica de San Juan de Telde tendrán, a partir de ahora, un motivo más que justificado para quedar embelesados en su interior. La capilla del Carmen del templo, que estos días es un incensante ir y venir de peregrinos y feligreses con motivo de las fiestas del Santo Cristo, luce desde el pasado martes un tríptico realizado por el artista Jesús González Arencibia que, según apuntan varios expertos en Historia del Arte, debe considerarse como una auténtica joya.

La pieza, fechada en 1941, está inspirada en la figura del Santo Cristo de Telde y su pasión y hasta hace poco había pasado prácticamente desapercibida debido a que se hallaba en manos privadas. Según explicaron fuentes de la parroquia, la familia de González Arencibia optó por vender el tríptico tras su fallecimiento. La obra de arte fue a parar a manos de Pedro Almeida, exidirector del Museo Néstor de la capital grancanaria, y fue su esposa quien la utilizó durante muchos años para la práctica del rezo. La mediación del cronista oficial de la ciudad, Antonio María González Padrón, el interés mostrado por el párroco de San Juan, José María Cabrera, y el gesto altruista de Almeida han hecho que esta termine por acabar en uno de los laterales de la Basílica, donde se exhibe protegida tras una plancha de metacrilato.

El tríptico de la pasión fue presentado públicamente en sociedad esta misma semana por el propio Almeida, y su instalación en el principal inmueble religioso del municipio servirá para incrementar el interés de esta infraestructura, que goza de la calificación de Bien de Interés Cultural (BIC), entre propios y extraños.

San Juan cuenta desde hace años con un servicio de audioguías que ya ha sido utilizado por más de 2.000 personas. El perfil de las mismas es el de un turista español, inglés, francés o alemán, si bien también se tiene constancia del paso de nórdicos y holandeses por el recinto. Además, están adaptadas para ser manejadas por invidentes y sordos. Con estos dispositivos, la explicación sobre los tesoros a los que da cobijo el templo se distribuye en 12 estaciones. A partir de ahora, serán 13.

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