La
religiosa dejó atónitos a los miembros del jurado del programa, entre
ellos Rafaella Carrà, quien no pudo evitar preguntarle a la concursante
si realmente era monja.
ROMA.-
Una monja de 25 años sorprendió en la versión italiana del programa "La
Voz" gracias a una interpretación en las audiciones a ciegas del tema
"No One" de Alicia Keys, que dejó atónitos a los miembros del jurado.
Durante
la última emisión del programa, todos los componentes del jurado
giraron sus sillas ante la actuación de sor Cristina Scuccia y fue
Rafaella Carrà la primera en preguntar, llena de incredulidad, si la
joven novicia era "verdaderamente" una monja.
"Soy una monja totalmente verdadera", respondió Scuccia, quien especificó que es de origen siciliano.
Inmediatamente después, Carrà preguntó a la concursante cómo se le había ocurrido ir al programa, a lo que la monja respondió: "Porque tengo un don y te lo doy", respuesta que arrancó un enfervorizado aplauso entre el público.
Scuccia aseguró entre risas que se espera una llamada del Papa Francisco por su intervención en el popular programa.
"Él (Francisco) nos invita a salir y a evangelizar, a decir que Dios no nos quita nada, sino que incluso nos da todavía más", dijo, tras lo que sobrevino una nueva aclamación por parte de los espectadores.
La
monja se refería a la conocida afición del Papa a telefonear por
sorpresa, como cuando llamó a su quiosquero de Buenos Aires para que no
le guardara más el periódico o a las Carmelitas Descalzas de Lucena
(Córdoba) para desearles un feliz Año Nuevo.
Los
cuatro miembros del jurado intentaron de manera animada convencer a la
religiosa para que escogiera sus equipos. Finalmente Scuccia se decantó
por el del rapero italiano J-Ax, "por ser el primero que se dio la
vuelta".
"Tú
y yo somos imbatibles. ¿Sabes por qué? Somos el diablo y el agua
bendita. ¡Ven conmigo!", fue el mensaje de J-Ax para su nueva compañera
de concurso.
Hoy Dios te convoca.
Hoy Dios sale a tu paso.
Hoy Dios te sugiere, con susurro de invitación:
Vuélvete a mí. Te estoy esperando.
Rasga tu corazón y purifícalo de todo lo que le aparta de mí.
Pregúntate: ¿Quién es tu dios? ¿A quién o a qué adoras?
Hoy Dios te dice:
Este es el tiempo oportuno.
Esta es una nueva oportunidad.
Este es un día de salvación.
En nombre de Dios: “Déjate reconciliar con Dios”.
Hoy Dios te dice:
No vivas de apariencias.
Trabaja en secreto tu corazón hasta hacerlo semejante a Dios.
Entra en el secreto de tu vida. Atrévete.
Dios está en lo escondido, en tu adentro más íntimo.
Entra allí, en tu adentro.
Atraviesa la superficialidad que te rodea.
Entra en tu adentro y ora.
Dios escucha tu secreta oración.
Dios tiene ganas de intimar contigo.
Dios te está esperando.
Hoy Dios espera:
Hacerte nuevo.
Alegrar tu vida.
Canción "Camino de la Cruz", acompañada con dibujos sobre el "Via Crucis" creados por Fano, de la Diócesis de Málaga.
Pulsando
en la imagen podréis descargar el texto del Via Crucis que se realizó
en la Jornada Mundial de la Juventud (Madrid 2011)
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Posted: 19 Mar 2014 05:00 AM PDT
Aunque
Jesucristo ve que el conflicto que lo enfrenta con los poderosos de su
tiempo tendrá graves consecuencias, sabe que está cumpliendo la voluntad
de Dios Padre y de todas maneras decide celebrar con sus amigos la cena
pascual.
Antes
de empezar a cenar, Jesús lava los pies a sus discípulos, un gesto con
el que les hace ver que hay que estar al servicio de los demás como lo
está Él.
Durante
la cena les anuncia lo que pasará: será traicionado por uno de ellos
(Judas Iscariote), todos lo abandonarán e incluso Pedro negará ser su
discípulo.
Para
los cristianos de todos los tiempos, esta cena pascual de Jesús con sus
discípulos -la Última Cena- es recordada sobre todo porque, en ella,
Jesús:
-Confía a los discípulos el mandamiento nuevo, el mandamiento del amor.
-Les promete que, a pesar de todo, seguirá entre ellos a través de la Eucaristía.
Desde
Santo Domingo nos llega este video de nuestro amigo y hermano
mercedario Santi con una preciosa canción de su último disco. Gracias
por el regalo
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Hay que prepararse bien para afrontar lo que vas a descubrir,
encontrarás a personas que luchan
y a niños que sueñan y también a jóvenes que quieren aprender.
Verás pueblos empobrecidos y personas que anhelan un futuro mejor.
Verás a gente que espera mucho de ti.
NO TE QUEDES EN LAS NUBES.
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Vivo, Señor, en mi desierto de angustias y miserias. Vivo, Señor, en mi desierto de infidelidades. Vivo, Señor, en mi desierto de penas e historias que me atan. Vivo, Señor, en un desierto en el que me cuesta trabajo escuchar tu voz. Libérame y escucha mi voz que te llama. Libérame y sácame de mi Egipto. Libérame y abre mis ojos para buscarte. Libérame y tiéndeme tu mano fuerte. Libérame y condúceme a tu desierto, Señor. En tu desierto, Señor, quiero vivir de otra cosa que no es pan. En tu desierto, Señor, quiero ser fiel a tu Palabra. En tu desierto, Señor, quiero caminar dándote la mano. En tu desierto, Señor, quiero dar frutos y hacer que de mí manen amor y misericordia. En tu desierto, Señor, sé que encontraré tu Vida, sé que encontraré mi vida. Entraré en tu desierto, Señor. Me despojaré de todo lo que me oprime. Dejaré que me hables y me seduzcas. Porque quiero hacerme fuerte en ti. Porque quiero en tu desierto, Señor, tener las manos disponibles para abrazar tu Cruz.
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El
gran general japonés Nobunaga decidió atacar a pesar de que sólo
contaba con un soldado por cada diez enemigos. Él estaba seguro de
vencer pero sus soldados abrigaban muchas dudas.
Cuando
marchaban hacia el combate, se detuvieron en un santuario sintoísta.
Después de orar en dicho santuario, Nobunaga salió afuera y dijo: «Ahora
voy a echar una moneda al aire. Si sale cara, venceremos; si sale cruz,
seremos derrotados. El destino nos revelará su rostro».
Lanzó la moneda y salió cara. Los soldados se llenaron de tal ansia de luchar que no encontraron ninguna dificultad para vencer
Al
día siguiente, un ayudante le dijo a Nobunaga: «Nadie puede cambiar el
rostro del destino». «Exacto», le replicó Nobunaga mientras le mostraba
una moneda falsa que tenía cara por ambos lados.
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