33 el musical
Elenco de 33 El musical
Christian Escuredo, Laura González , María Virumbrales , Laureano Ramírez , David Velardo , Xavi Melero , Chus Herranz, Ramses Vollbrecht, Raúl Cassineiro, Guillermo Estad , Jorge González , Robert Matchez , Carlos J Benito , Damián Mª Montes, Jesús Lara, Miguel Ángel Mota, Alberto Scarlatta, Fran León, Daniel Busquier , Esther Izquierdo , Lorena Joaquín , Ana Dachs , Cristina Rueda , Luna Mora y Verónica Polo.
Christian Escuredo, Laura González , María Virumbrales , Laureano Ramírez , David Velardo , Xavi Melero , Chus Herranz, Ramses Vollbrecht, Raúl Cassineiro, Guillermo Estad , Jorge González , Robert Matchez , Carlos J Benito , Damián Mª Montes, Jesús Lara, Miguel Ángel Mota, Alberto Scarlatta, Fran León, Daniel Busquier , Esther Izquierdo , Lorena Joaquín , Ana Dachs , Cristina Rueda , Luna Mora y Verónica Polo.
Swings: Mikel Hennet, Antonio Villa y Allende Blanco.
Idea original, texto, banda sonora y dirección creativa: Toño Casado
Director musical: Julio Awad
Iluminación: Carlos Torrijos
Sonido: Javier Isequilla
Vídeo y arreglos musicales: David de la Morena
Escenografía: David Pizarro y Roberto del Campo
Vestuario: Juan Sebastián
Adjunta a la dirección artística: Rebeca Medina
Diseño gráfico: Artia Comunicación
Director musical: Julio Awad
Iluminación: Carlos Torrijos
Sonido: Javier Isequilla
Vídeo y arreglos musicales: David de la Morena
Escenografía: David Pizarro y Roberto del Campo
Vestuario: Juan Sebastián
Adjunta a la dirección artística: Rebeca Medina
Diseño gráfico: Artia Comunicación
Crítica de Javier Torres.
Son algunos los musicales, obras de teatro y películas que se han hecho inspirados en la vida, enseñanzas o legado de Jesús de Nazaret. Algunos provocadores, otros irreverentes, otros con afán exhaustivo, moralizante, didáctico o revisionista de la figura y enseñanzas de tan relevante figura histórica y religiosa.
“33 El Musical” se presenta como “la historia del mayor influencer” y en eso aciertan. Pocas historias, como la mencionada, han dado para más producciones, montajes y versiones que la de Jesús.
En esta sorprende, nada más llegar, el espacio. Un espacio a modo de inmensa carpa de unos 7.000 m2 en la que está ubicado un enorme escenario en el que actúan, en ocasiones simultáneamente, hasta 25 actores entre intérpretes, bailarines y cantantes.
El escenario trabajado con maderas trabadas y superpuestas tiene un aspecto grandioso pero sobrio al mismo tiempo. Sobre los listones que forman los espacios laterales y superior de la gran caja escénica son proyectadas imágenes que ambientan y enriquecen el mensaje del musical y digo mensaje porque el espectáculo creo que básicamente es una versión actualizada de la más extendida, universal y si se me permite canónica. Una interpretación bastante fiel a la narración de los evangelios.
Un desarrollo de la historia muy previsible que, de vez en cuando, se adereza con alguna chispa graciosa o algún detalle que abruptamente actualiza la historia como los dólares que manejan los cambistas del templo en lugar de denarios o luces de neón anunciando los clubs nocturnos en Jerusalén o incluso una Virgen María que hilvana y cose dándole al pedal de una máquina Singer. Pequeños y casi imperceptibles detalles como el mono de trabajo que lleva San Pedro o la túnica con Cruz de Santiago bordada que lleva el apóstol del mismo nombre promocionando ya con cierta sorna una marca personal.
El musical sigue, número tras número, la vida de Jesús de Nazaret de manera lineal cronológica y en ese sentido es fácil de seguir pues la historia es bien conocida por todos. Hay alguna reivindicación más social y de más candente actualidad como la referida a la inmigración o la desigualdad social pero tampoco se puede decir que esas referencias estén ausentes, situadas en su momento histórico, en la versión original de los cuatro evangelistas.
La figura de Jesús destaca como no podría ser menos en el papel protagonista pero en este caso destaca por la interpretación del actor Christian Escuredo, por su voz clara y potente y por su dominio del escenario. Un escenario de grandes dimensiones por el que se mueve, canta y hasta abandona en algún momento para acercarse al público y hacerle partícipe de la alegría que parece en ocasiones desbordar la escena con temas pegadizos y muy rítmicos bailados por todos los actores y actrices que se mueven, cantan, bailan y dan un impulso vital a toda la obra en la que cabría destacar una alegría y vitalidad constantes. Nada de drama.
Todo tiene un propósito y parece discurrir hacia un final sublime y en este sentido la muerte, la cruz y la resurrección la han resuelto de una manera canónica, sí, pero también creativa y dinámica no provocando una caída dramática en los acontecimientos.
La figura de Jesús es bastante luminosa. Huye de la prestancia solemne y se muestra jovial, cercano y muy desenvuelto. Claramente con intención de hacer más cercano y personal el mensaje de todo el musical porque el musical, como he dicho, tiene mensaje y creo que ese es el propósito del autor y los productores, a saber, montar un espectáculo familiar, para todos los públicos, orientado a acercar la figura de Jesús con un lenguaje actual valiéndose del musical y, si se me permite, con algún afán incluso catequético lo que no es desdoro en absoluto para presentar una obra realmente entretenida y que en ocasiones resulta hasta espectacular.
La actuación de los protagonistas es solvente mención aparte y a mucha distancia de la figura de Jesús interpretado por Christian Escuredo que como he dicho destaca notablemente. Una buena actuación conjunta por parte de todo el elenco que fue aplaudido por un público que regaló muchos bravos al final de cada número. Los malos malísimos incluidos Caifás y el mismo demonio o demonios también fueron aplaudidos de manera entusiasta.
Una buena actuación la de la actriz María Virumbrales que interpreta a María Magdalena, también la del Apóstol Juan interpretado por Laureano Ramírez, la del Apóstol Pedro que corre a cargo de Carlos Benito o la del Apóstol Santiago que corre a cargo de Jorge González. Como ya he dicho el “eje el mal” liderado por Caifás y los demonios también resultaron muy solventes y convincentes y aportaron la pimienta al espectáculo.
Una propuesta muy interesante que tiene algún acierto innovador como esa “cumbre de expertos” que debaten sobre quién es ese joven de Nazaret. Propuesta teatral cuyo autor es Toño Casado y que estará en cartel hasta Semana Santa aprovechando el tirón de ese periodo por su especial significación religiosa.
Una versión moderna y atractiva no exenta de alguna controversia, faltaría más tratandose de este asunto, por la semejanza de las vestiduras sacerdotales de los miembros del Sanedrín y su similitud con los hábitos cardenalicios y monacales actuales. Tal vez la similitud o la comparación pueda exceder tales atributos estéticos pero no quiero ahondar en el tema ni es el propósito de esta crítica.
El público que llenó un patio de butacas de más de 1.500 espectadores aplaudió. Personas de todas las edades que disfrutaron las de 2 horas de representación con una pausa de 20 minutos.
El musical trasmite vitalidad y energía por la frescura de los actores, por la fuerza de lo que cuenta, por la ilusión de este enorme proyecto y porque las críticas y las representaciones se suceden con éxito continuo.