“El modelo clásico de una sociedad, exige y
obliga a los seres, a ser personas de “Éxito” y ello significa: Tener
mucho dinero, bienes materiales, cargos ejecutivos altos, inteligencia,
astucia, vestir de acuerdo a la moda,
comportarse dentro de patrones repetitivos, vivir dentro de estándares
clasificados, hacer y tener lo que los otros poseen, para encajarse
dentro de la Matriz. Cuando surgen personas LIBRES, las cuales no se
ajustan a las características nombradas, son rechazadas por la sociedad,
porque no se amoldan a los parámetros “normales” que ella exige. Para
la sociedad, los seres libres son personas raras y extrañas, son
seres-espejos que les muestra una imagen que ellos no quieren ver. Las
personas que son diferentes, no están enfermos, simplemente no
pertenecen a la Matriz, están fuera de ella y así los deben aceptar,
ver, tratar y respetar”.
Las personas LIBRES no pertenecen a la sociedad esquemática, son seres “Especiales” y por serlo, son separados y puestos de lado. Como están fuera de la Matriz, del modelo patrón, ésta considera, dictamina, juzga y condena a este tipo de personas, por lo tanto, las encamina al tratamiento psiquiátrico, el cual apoya y acrecienta esta distorsión con remedios y tratamientos, para que esos seres especiales se “Ajusten y entren” nuevamente a ser parte de la mayoría, de la masa y del montón. Ser parte de la Matriz es continuar siendo corderitos sumisos y pertenecer a lo que todos están acostumbrados de ver, sentir y vivir. Es entrar en la carrera loca y desenfrenada de millones de personas, por poseer, adquirir, comprar, tener, ostentar y alcanzar. Es estar viviendo solo para vivir y no vivir para existir. Es espiritualizarse por moda y costumbre, pero no por convicción y descubrimiento interior. Es estar durmiendo, pero no para el descanso reparador, sino durmiendo el sueño de la fantasía e ignorancia en un planeta exigente, incomprensivo, egoísta, implacable, severo, cruel, violento, sin compasión, sin alma, sin corazón y sobre todo sin… AMOR”….
Las personas LIBRES no pertenecen a la sociedad esquemática, son seres “Especiales” y por serlo, son separados y puestos de lado. Como están fuera de la Matriz, del modelo patrón, ésta considera, dictamina, juzga y condena a este tipo de personas, por lo tanto, las encamina al tratamiento psiquiátrico, el cual apoya y acrecienta esta distorsión con remedios y tratamientos, para que esos seres especiales se “Ajusten y entren” nuevamente a ser parte de la mayoría, de la masa y del montón. Ser parte de la Matriz es continuar siendo corderitos sumisos y pertenecer a lo que todos están acostumbrados de ver, sentir y vivir. Es entrar en la carrera loca y desenfrenada de millones de personas, por poseer, adquirir, comprar, tener, ostentar y alcanzar. Es estar viviendo solo para vivir y no vivir para existir. Es espiritualizarse por moda y costumbre, pero no por convicción y descubrimiento interior. Es estar durmiendo, pero no para el descanso reparador, sino durmiendo el sueño de la fantasía e ignorancia en un planeta exigente, incomprensivo, egoísta, implacable, severo, cruel, violento, sin compasión, sin alma, sin corazón y sobre todo sin… AMOR”….
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