Espíritu Santo, Tú que llenas de fuego el corazón de los que buscan a Jesús.
Tú que iluminas la mente de los pobres que escuchan la palabra, buscando la voluntad del Padre.
Tú que reúnes en tu amor a quienes se esfuerzan por amar, siguiendo el ejemplo de Jesús.
Nosotros no sabemos cómo orar ni qué pedir, pero Tú conoces nuestros deseos y suples nuestra pobreza.
Reafirma en nuestros corazones la certeza del amor del Padre, la seguridad de ser hijos suyos.
Confírmanos en tu luz y tu amor, infunde en nosotras tu aliento.
Tú que sin cesar creas y haces germinar un mundo nuevo, renueva nuestras mentes y nuestros corazones.
Tú nos invitas a avanzar sin descanso, impulsadas por tu aliento, haciendo brotar de tu amor la vida y la belleza.
Nuestras miradas se vuelen hacia el mañana, lo mismo que la aurora triunfa de la noche con la luz naciente.
Danos la esperanza que disipa los temores y hace nacer la alegría.
Que rebosen nuestros corazones de la Buena Nueva para que nuestros labios la hagan resonar hasta los confines de la tierra.
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, enciende en ellos el fuego de tu amor.
Tú eres la fuerza que vigoriza nuestro trabajo.
Tú el aliento que vivifica nuestra alma.
Tú la luz que ilumina nuestra mente.
Tú el motor de nuestras buenas obras.
Danos docilidad para seguir tus mandatos y que gocemos de tu protección en los trabajos que estamos realizando.
Lo pedimos por Cristo nuestro Salvador y nuestro Hermano. Amén.
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