Nos hundimos
Mt 8, 23-27 ¡Señor, sálvanos que nos hundimos!
El mar nos traga, Señor. La barca es demasiado frágil. Nosotros estamos llenos de cobardía, no tenemos valor de seguir luchando contra los imponderables, contra las fuerzas de la naturaleza, contra ¿el destino?. Parece que tú duermes, que no va contigo ni la tormenta, ni el oleaje, ni nuestro miedo. ¿No temes tú el naufragio de la muerte? Perdón Señor, pero no tengo más remedio que despertarte y decirte, con una mezcla de confianza y pánico: ¡sálvanos, Señor, que nos hundimos!
En esos momentos de prueba, de incertidumbre, de “acojone”, os animo a recitar este salmo que musiqué hace unos años y que es una confesión de fe en la certeza de que El va siempre a mi lado. Descárgatelo en este enlace:
http://www.blog.nicomontero.com/?dl_id=16/
Animo y un beso a todos /as, especialmente a quienes pasan por un momento chungo.
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