SAGRADA FAMILIA

                                SAGRADA FAMILIA

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"CUANDO LLEGÓ EL TIEMPO DE LA PURIFICACIÓN DE MARÍA,

SEGÚN LA LEY DE MOISÉS, LLEVARON A JESÚS A

JERUSALÉN..."    Lucas 2,22-40

José, María y Jesús, como  familia, vivieron en un contexto cultural

y religioso muy concreto. Cumplieron las normas establecidas.

Les encontramos en el templo para la Purificación de María. Para

nosotros este rito nos es un tanto extraño. Nos interesa el

 lugar y el momento. Sabiendo también que los relatos de la

infancia de Jesús tienen un tratamiento no estrictamente histórico.

ABUEL@
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"... SIMEÓN LO TOMÓ EN BRAZOS Y BENDIJO A DIOS.."

"Hombre honrado y piadoso" que esperaba experimentar
algo especial antes de morir. Habitado por el Espíritu es como
este anciano pudo "ver" lo que nadie veía.

"Ya he vivido suficiente, pero me falta algo. Noto que hoy en el templo me espera una sorpresa. He tenido muchos nietos en mis brazos.
 Pero me falta apapachar a un NIÑO especial.

Necesito bendecir al Señor antes de "marcharme en paz". Y la in-
fancia tiene que darme el empujón hacia lo eterno. Quiero terminar mis días viviendo lo humano de manera difinitiva"

María y José no entendieron nada. Normal. Necesitan más años
para experimentar lo profundo. El anciano Simeón hablaba un
lenguaje encriptado, solo para los que ya estaban en camino
hacia lo eterno. Vio que el NIÑO viviría en el terreno de los
límites para que el pueblo y sus dirigentes tomaran partido,

 con él o contra él. "He venido para traer fuego...", diría el
Jesús adulto muchos años después.
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"HABÍA TAMBIÉN UNA PROFETISA,(...)ERA UNA MUJER
MUY ANCIANA(...)VIUDA(...)NO SE APARTABA DEL TEMPLO

DÍA Y NOCHE SIRVIENDO A DIOS CON AYUNOS Y ORACIO-
NES. ACERCÁNDOSE EN AQUEL MOMENTO, DABA GRACIAS
A DIOS Y HABLABA DEL NIÑO....".

   María dejó en mis brazos al NIÑO. Lo besaba, besaba... y lloraba de alegría.

Me llamo ANA y he pasado toda mi vida entre estos muros del Templo.

Ayunar y estar en comunicación con lo divino ha sido la labor de mis
días. Yo no dije nada de lo que habló Simeón. A mi me quedaban varios
años antes de marcharme. Deseaba ser PREDICADORA del NIÑO. Y así
lo hice. Pocos me hacían caso, incluso me llamaron "vieja loca que dice

cosas extrañas". Pero sé que solo se puede hablar del NIÑO cuando
antes se ayuna y se ora. A José y a María los vi asustaditos, no enten-
dían la maravilla que tenían en sus manos. Normal.
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ABUEL@S... los que sostienen a muchas familias jóvenes con sus
pensiones y con su dedicación. Si no fuera por ellos muchos niños
no podrían venir a este mundo. Son ell@s quienes crían a su nietos.

Y quienes más gozan de esta infancia puesta en sus manos.

Dan ejemplo y también reciben los besos más humanos y sanos
que un ser humano pueda recibir. BENDITOS ELL@S.
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Y ni quiero recordar los abusos a menores. Las mujeres
maltratadas, las separaciones. O las convivencias tóxicas
desde su inicio. Demasiadas lágrimas derramadas...
Cada uno tiene su historia. Ojala se superen los mil
traumas recibidos en la familia. Recordar, también , a

 quienes han sido felices. Al parecer no son la mayoría.
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Jesús, gracias por mis padres.
Sabes que me costó mucho sanarme de ellos.

Les quiero mucho y les perdono. No pudieron hacer
más. También fueron víctimas. Qué dolor.

Sé que no están ausentes de mi vida "sus ojos
llenos de gloria fijos en los míos llenos de
esperanza". Papá, mamá... les amo. GRACIAS.
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ABUEL@S. 

S H A L O M.