martes, 25 de abril de 2017
Resucito - Luisto & Llandres
Adaptación católica de la canción "Despacito" de Luis Fonsi
Letra modificada por: Luisto y los hermanos Llandres
Cuentas de Instagram:
@luisete33
@edu_llandres
@guille_lc
Resucito (Letra)
Sí, ya se que llevas un rato amándome
Quiero dedicarte esta canción
Vi que tu mirada ya estaba llamándome
Muestrame el camino hacia el perdón
Quiero dedicarte esta canción
Vi que tu mirada ya estaba llamándome
Muestrame el camino hacia el perdón
Tú, tú eres el Mesías el vino y el pan
Nuestro redentor, camino y la verdad
Subiste a la cruz para salvar el mundo
Nuestro redentor, camino y la verdad
Subiste a la cruz para salvar el mundo
Ya, todo está cumplido se acelera el plan
Nos has redimido por tu voluntad
Y nos has dejado en tu libro escrito
Nos has redimido por tu voluntad
Y nos has dejado en tu libro escrito
Coro:
Re-su-cito, que me crucifican pues yo resucito
Yo morí por ti y por todos tus amigos
Y en tu vida entre mediante los cursillos
Re-su-cito que me crucifican pues yo resucito
Fui a Jerusalén montado en un burrito
pero al tercer día la lié un poquito
Yo morí por ti y por todos tus amigos
Y en tu vida entre mediante los cursillos
Re-su-cito que me crucifican pues yo resucito
Fui a Jerusalén montado en un burrito
pero al tercer día la lié un poquito
Pedrito, Pedrito ya cantó el gallito
Y me has negado poquito a poquito
Te hago esta promesa tu ten la certeza
Que sobre esta piedra construiré mi iglesia (bis)
Y me has negado poquito a poquito
Te hago esta promesa tu ten la certeza
Que sobre esta piedra construiré mi iglesia (bis)
(Coro)
Quiero ver las maravillas que tu gloria encierra
Y que traiga el paraíso a los hombres de la tierra. (bis)
Y que traiga el paraíso a los hombres de la tierra. (bis)
Re-su-cito…
La flor del Espíritu Santo
Se llama Peristeria alada, es una orquídea del Brasil y florece justamente en epoca de Pascua, es conocida tambien como La flor del Espíritu Santo.
Es una obra de arte de la naturaleza.
Es una obra de arte de la naturaleza.
*ORACION DE BENDICIÓN*
Que el Señor
Dios te bendiga y te proteja, llene tu corazón de ternura y tu alma de
alegría, tus oídos de música y tu nariz de perfume, tu lengua de
cantares portadores de esperanza.
Que Jesucristo,
el agua viva, esté detrás de ti para protegerte, delante de ti para
guiarte, a tu lado para acompañarte, dentro de ti para
consolarte, encima de ti para bendecirte.
Que el Espíritu dador de vida
sople dentro de ti para que tus pensamientos sean santos, actúe dentro de ti para que tus actos sean santos, llene tu corazón para que tu amor sea santo, te fortalezca para que puedas defender lo que es santo.
sople dentro de ti para que tus pensamientos sean santos, actúe dentro de ti para que tus actos sean santos, llene tu corazón para que tu amor sea santo, te fortalezca para que puedas defender lo que es santo.
Que haga de tu
corazón su morada, refresque su aridez y derrita su frialdad y encienda
en lo más íntimo de tu ser el fuego de su amor, concediéndote una fe
auténtica, una esperanza firme y un amor sincero y perfecto. Amén.
(Fuente: Vatican.va)
(Fuente: Vatican.va)
martes, 18 de abril de 2017
P. Cristóbal Fones, SJ en streaming
A partir de hoy, también puedes escuchar #KümeMongen
en plataformas de
streaming como Spotify y adquirirlo en tiendas
digitales como iTunes Store o Amazon. COMPARTAMOS esta buena noticia.
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¡CRISTO, EL SEÑOR, RESUCITÓ! ¡SU AMOR FUE MÁS FUERTE... Cristóbal Fones, SJ... 2017
¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!
Cristo, el Señor, resucitó / su amor fue más fuerte que la muerte (bis).
1. La Iglesia canta de alegría, / los pobres saltan de contento / encuentran paz los perseguidos, / consuelo y perdón los pecadores.
2. Se alegran por fin los olvidados, / se ponen de pie los humillados / los pobres se sientan a la mesa, / encuentran lugar los postergados.
3. Jesús, el Señor crucificado / vive glorioso para siempre / Cristo Jesús, hermano nuestro / está con nosotros para siempre.
4. Se alejan confusos los soberbios, / se enreda el saber de los doctores, / entienden los pobres la palabra, / reciben perdón estremecidos.
Cristo, el Señor, resucitó / su amor fue más fuerte que la muerte (bis).
1. La Iglesia canta de alegría, / los pobres saltan de contento / encuentran paz los perseguidos, / consuelo y perdón los pecadores.
2. Se alegran por fin los olvidados, / se ponen de pie los humillados / los pobres se sientan a la mesa, / encuentran lugar los postergados.
3. Jesús, el Señor crucificado / vive glorioso para siempre / Cristo Jesús, hermano nuestro / está con nosotros para siempre.
4. Se alejan confusos los soberbios, / se enreda el saber de los doctores, / entienden los pobres la palabra, / reciben perdón estremecidos.
viernes, 14 de abril de 2017
Viernes Santo. "Oración al Cristo del Calvario". Padre Cristóbal Fones SJ
En esta tarde, Cristo del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero, al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.
¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?
¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?
Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.
Y sólo pido no pedirte nada,
estar aquí, junto a tu imagen muerta,
ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de tu santa puerta.
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero, al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.
¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?
¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?
Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.
Y sólo pido no pedirte nada,
estar aquí, junto a tu imagen muerta,
ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de tu santa puerta.
- "Oración al Cristo del Calvario", de Cristóbal Fones, SJ (Google Play • iTunes)
jueves, 13 de abril de 2017
"Camino de Cruz" P. Cristóbal Fones SJ
Papa Francisco:
(Extracto de su Primera Audiencia General de Su Pontificado-2013-03-27)
"¿Qué significa seguir a Jesús en su camino del Calvario hacia la Cruz y la Resurrección?
Jesús vivió las realidades cotidianas de la gente más común: se conmovió delante de la multitud que parecía un rebaño sin pastor; lloró ante el sufrimiento de Marta y María por la muerte de su hermano Lázaro; llamó a un publicano como su discípulo; sufrió también la traición de un amigo. En Él, Dios nos ha dado la certeza de que Él está con nosotros, en medio de nosotros. «Los zorros - ha dicho Jesús - tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza». (Mt 8:20). Jesús no tiene hogar, porque su casa es la gente, somos nosotros, su misión es abrir a todos las puertas de Dios, ser la presencia amorosa de Dios.
Y en el Huerto de los Olivos, al igual que en el juicio ante Pilato, no opone resistencia, se da; es el Siervo sufriente ya anunciado por Isaías, que se despoja de sí mismo hasta la muerte (cf. Is 53:12).
Jesús no vive este amor que lleva al sacrificio de manera pasiva o como un destino fatal; desde luego no oculta su profunda perturbación humana frente a la muerte violenta, pero se entrega plenamente a la confianza del Padre. Jesús se entregó voluntariamente a la muerte para corresponder al amor de Dios Padre, en perfecta unión con su voluntad, para demostrar su amor por nosotros. En la cruz, Jesús "me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gal 2:20). Cada uno de nosotros puede decir: me amó y se entregó a sí mismo por mí. Cada uno puede decir este “por mí”.
¿Qué significa todo esto para nosotros? Significa que éste es también mi camino, el tuyo, nuestro camino. Vivir la Semana Santa, siguiendo a Jesús, no sólo con la conmoción del corazón; vivir la Semana Santa siguiendo a Jesús quiere decir aprender a salir de nosotros mismos - como dije el domingo pasado - para salir al encuentro de los demás, para ir hasta las periferias de la existencia, ser nosotros los primeros en movernos hacia nuestros hermanos y hermanas, especialmente los que están más alejados, los olvidados, los que están más necesitados de comprensión, de consuelo y de ayuda. ¡Hay tanta necesidad de llevar la presencia viva de Jesús misericordioso y lleno de amor!
Vivir la Semana Santa es entrar cada vez más en la lógica de Dios, en la lógica de la Cruz, que no es en primer lugar la del dolor y la muerte, sino la del amor y la de la entrega de sí mismo que da vida. Es entrar en la lógica del Evangelio. Seguir, acompañar a Cristo. Permanecer con Él requiere una "salir", salir. Salir de sí mismos, de un modo de vivir la fe cansino y rutinario, de la tentación de ensimismarse en los propios esquemas que terminan por cerrar el horizonte de la acción creadora de Dios. Dios salió de sí mismo para venir en medio de nosotros, colocó su tienda entre nosotros para traer su misericordia que salva y da esperanza. También nosotros, si queremos seguirlo y permanecer con Él, no debemos contentarnos con permanecer en el recinto de las noventa y nueve ovejas, debemos "salir”, buscar con Él a la oveja perdida, a la más lejana. Recuerden bien: salir de nosotros, como Jesús, como Dios salió de sí mismo en Jesús y Jesús salió de sí mismo para todos nosotros."
(Extracto de su Primera Audiencia General de Su Pontificado-2013-03-27)
"¿Qué significa seguir a Jesús en su camino del Calvario hacia la Cruz y la Resurrección?
Jesús vivió las realidades cotidianas de la gente más común: se conmovió delante de la multitud que parecía un rebaño sin pastor; lloró ante el sufrimiento de Marta y María por la muerte de su hermano Lázaro; llamó a un publicano como su discípulo; sufrió también la traición de un amigo. En Él, Dios nos ha dado la certeza de que Él está con nosotros, en medio de nosotros. «Los zorros - ha dicho Jesús - tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza». (Mt 8:20). Jesús no tiene hogar, porque su casa es la gente, somos nosotros, su misión es abrir a todos las puertas de Dios, ser la presencia amorosa de Dios.
Y en el Huerto de los Olivos, al igual que en el juicio ante Pilato, no opone resistencia, se da; es el Siervo sufriente ya anunciado por Isaías, que se despoja de sí mismo hasta la muerte (cf. Is 53:12).
Jesús no vive este amor que lleva al sacrificio de manera pasiva o como un destino fatal; desde luego no oculta su profunda perturbación humana frente a la muerte violenta, pero se entrega plenamente a la confianza del Padre. Jesús se entregó voluntariamente a la muerte para corresponder al amor de Dios Padre, en perfecta unión con su voluntad, para demostrar su amor por nosotros. En la cruz, Jesús "me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gal 2:20). Cada uno de nosotros puede decir: me amó y se entregó a sí mismo por mí. Cada uno puede decir este “por mí”.
¿Qué significa todo esto para nosotros? Significa que éste es también mi camino, el tuyo, nuestro camino. Vivir la Semana Santa, siguiendo a Jesús, no sólo con la conmoción del corazón; vivir la Semana Santa siguiendo a Jesús quiere decir aprender a salir de nosotros mismos - como dije el domingo pasado - para salir al encuentro de los demás, para ir hasta las periferias de la existencia, ser nosotros los primeros en movernos hacia nuestros hermanos y hermanas, especialmente los que están más alejados, los olvidados, los que están más necesitados de comprensión, de consuelo y de ayuda. ¡Hay tanta necesidad de llevar la presencia viva de Jesús misericordioso y lleno de amor!
Vivir la Semana Santa es entrar cada vez más en la lógica de Dios, en la lógica de la Cruz, que no es en primer lugar la del dolor y la muerte, sino la del amor y la de la entrega de sí mismo que da vida. Es entrar en la lógica del Evangelio. Seguir, acompañar a Cristo. Permanecer con Él requiere una "salir", salir. Salir de sí mismos, de un modo de vivir la fe cansino y rutinario, de la tentación de ensimismarse en los propios esquemas que terminan por cerrar el horizonte de la acción creadora de Dios. Dios salió de sí mismo para venir en medio de nosotros, colocó su tienda entre nosotros para traer su misericordia que salva y da esperanza. También nosotros, si queremos seguirlo y permanecer con Él, no debemos contentarnos con permanecer en el recinto de las noventa y nueve ovejas, debemos "salir”, buscar con Él a la oveja perdida, a la más lejana. Recuerden bien: salir de nosotros, como Jesús, como Dios salió de sí mismo en Jesús y Jesús salió de sí mismo para todos nosotros."
"CAMINO DEL VIERNES SANTO" Autor: P. Esteban Gumucio. Canta P. Cristobal fones S.J.
Camino del viento helado,
contigo quiero andar, picapedrero.
Camino del viento helado,
contigo quiero andar.
Al boquerón minero,
la negra pala,
la dura roca,
el negro cielo.
Perdóname primero
mis manos limpias,
mi pan seguro.
Camino de soledad,
contigo quiero andar, madre sin nombre.
Camino de soledad,
contigo quiero andar.
Al hospital de noche
la pobre cama,
las largas horas
sin esperanza.
Perdona, mujer enferma,
mi cuerpo sano,
mi hogar tranquilo.
Camino del paso oscuro,
contigo quiero andar, mi niño ciego.
Camino del paso oscuro,
contigo quiero andar.
Acariciando el suelo,
las manos yertas,
noche en la noche,
los ojos muertos.
Perdóname primero
la luz que llevo
mirando estrellas.
Camino del viernes santo,
contigo quiero andar, Cristo doliente.
Camino del viernes santo,
contigo quiero andar.
Con tu sed y tu fiebre,
el cruel olvido,
el duro leño, pecado y muerte.
Perdóname primero
que soy yo mismo
que así te he puesto.
contigo quiero andar, picapedrero.
Camino del viento helado,
contigo quiero andar.
Al boquerón minero,
la negra pala,
la dura roca,
el negro cielo.
Perdóname primero
mis manos limpias,
mi pan seguro.
Camino de soledad,
contigo quiero andar, madre sin nombre.
Camino de soledad,
contigo quiero andar.
Al hospital de noche
la pobre cama,
las largas horas
sin esperanza.
Perdona, mujer enferma,
mi cuerpo sano,
mi hogar tranquilo.
Camino del paso oscuro,
contigo quiero andar, mi niño ciego.
Camino del paso oscuro,
contigo quiero andar.
Acariciando el suelo,
las manos yertas,
noche en la noche,
los ojos muertos.
Perdóname primero
la luz que llevo
mirando estrellas.
Camino del viernes santo,
contigo quiero andar, Cristo doliente.
Camino del viernes santo,
contigo quiero andar.
Con tu sed y tu fiebre,
el cruel olvido,
el duro leño, pecado y muerte.
Perdóname primero
que soy yo mismo
que así te he puesto.
Señor, a quién iremos | Música Católica | A capella
Publicado el 13 abr. 2017
Partituras: goo.gl/YLy3DpPara más música católica entra a: Canto Católico - http://www.cantocatolico.org
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Soundcloud: https://soundcloud.com/cantocatolico
Letra: Paula Richards
Música: P. Cristóbal Fones SJ
Señor, a quién iremos
Señor, a quién iremos
si tú eres nuestra vida;
Señor, a quién iremos
si tú eres nuestro amor,
si tú eres nuestro amor.
Quién como tú conoce
lo insondable de nuestro corazón;
a quién como a ti le pesan
nuestros dolores, nuestros errores
quién podría amar cómo tú
nuestra carne débil, nuestro barro frágil.
Señor, a quién iremos
si tú eres nuestra vida;
Señor, a quién iremos
si tú eres nuestro amor,
si tú eres nuestro amor.
Quién como tú confía
en la mecha que humea en nuestro interior
quién como tú sostiene
nuestra esperanza malherida
y nuestros anhelos insaciables
quién como tú espera nuestro sí de amor.
martes, 11 de abril de 2017
LASMELLI
SEÑALADOR: Vela Pascual
Puedes imprimir el señalador sobre hoja de fotocopia color.
Recorta el señalador dejando el marco grisado. Pégalo sobre cartulina de color.
Recorta la cartulina dejando un borde de color. Puedes hacerlo con tijera fantasía.
DIBUJO: Cirio Pascual (para los más chiquitos)
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