En Pentecostés (ó
Domingo de Pentecostés) se celebra el descenso del Espíritu Santo y el
inicio de la actividad de la Iglesia, por ello también se le conoce como
la celebración del Espíritu Santo.
Siete semanas son cincuenta días, de ahí el nombre de “Pentecostés” (=
cincuenta) que recibió más tarde. La fiesta de Pentecostés es uno de los
Domingos más importantes del año, después de la Pascua. En el Antiguo
Testamento era la fiesta de la cosecha y, posteriormente, los
israelitas, la unieron a la Alianza en el Monte Sinaí, cincuenta días
después de la salida de Egipto.
En el calendario cristiano con Pentecostés termina el tiempo pascual de
los 50 días. Los cincuenta días pascuales y las fiestas de la Ascensión y
Pentecostés, forman una unidad. No son fiestas aisladas de
acontecimientos ocurridos en el tiempo, son parte de un solo y único
misterio.
Aunque durante mucho tiempo, debido a su importancia, esta fiesta fue
llamada por el pueblo segunda Pascua, la liturgia actual de la Iglesia,
si bien la mantiene como máxima solemnidad después de la festividad de
Pascua, no pretende hacer un paralelo entre ambas, muy por el contrario,
busca formar una unidad en donde se destaque Pentecostés como la
conclusión de la cincuentena pascual. Vale decir como una fiesta de
plenitud y no de inicio.
La fiesta de Pentecostés, es el segundo domingo más importante del año
litúrgico en donde los cristianos tienen la oportunidad de vivir
intensamente la relación existente entre la Resurrección de Cristo, su
Ascensión y la venida del Espíritu Santo.
Fuente:
http://www.cuandopasa.com/index.php?v=v6348d
miércoles, 2 de mayo de 2012
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