martes, 8 de julio de 2014

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO 





La tradición nos cuenta que a mediados del siglo XVI un hombre que vivía en Suta, Colombia, encargó una pintura de la imagen de la Virgen del Rosario. La imagen que le pintaron tenía a la Virgen del Rosario con el Niño Jesús, y a los lados al apóstol san Andrés y san Antonio de Padua.
El cuadro fue ubicado en una capilla y estuvo allí durante más de una década. La capilla tenía el techo de paja, lo que provocó que la humedad deteriorara la pintura hasta dejarla completamente borrosa.
Con el tiempo la imagen fue trasladada a Chiquinquirá, como se encontraba en tan mal estado fue abandonada en un cuarto, habitación que tiempo atrás había sido usada como oratorio. Se dice que incluso que el lienzo sirvió para secar granos al sol.
Al comenzar el año 1586, se estableció en Chiquinquirá, una piadosa mujer, María Ramos, nacida en Sevilla (España). Esta señora reparó el viejo oratorio y colgó en el mejor lugar de la capilla, la deteriorada pintura de la Virgen del Rosario.
El día 26 de diciembre de 1586, María salía de la capilla, cuando pasó frente a ella una mujer aborigen con su pequeño hijo. En ese momento la mujer aborigen gritó a María "mire, mire Señora..." Ella dirigió la mirada hacia la pintura, la imagen aparecía rodeada de vivos resplandores, prodigiosamente los colores y su brillo original habían reaparecido, los rasguños y agujeros de la tela habían desaparecido. 
Con tan maravilloso suceso se inició la devoción a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.

 

CUERPO Y SANGRE DE JESÚS - EUCARISTÍA



¿Cómo está Jesucristo presente en la Eucaristía?
Jesucristo está presente en la Eucaristía de modo único e incomparable. Está presente, en efecto, de modo verdadero, real y sustancial: con su Cuerpo y con su Sangre, con su Alma y su Divinidad. Cristo, todo entero, Dios y Hombre, está presente en ella de manera sacramental, es decir, bajo las especies eucarísticas del pan y del vino. (Catecismo de la Iglesia Católica números 1373, 1375, 1413)

Comendio del Catecismo de la Iglesia Católica. Conferencia Episcopal Argentina. Buenos Aires, 2005.

No hay comentarios:

Publicar un comentario