Un
amigo me ha mandado esta conversación de un padre con su hijo, me ha
encantado y creo que refleja muy bien la figura de "el maestro".
Hoy he tenido que hacerle un justificante a mi hijo, para su maestro
del Instituto, justificando su falta de asistencia, porque ha estado en
el médico. Evidentemente, la he redactado correctamente, dirigiéndome a
él de usted, e iniciando el escrito con un "Estimado Sr. profesor".
Cuando mi hijo la ha leído, se ha quedado pasmado, preguntándome que
porque escribía un simple justificante, con tanta corrección, que
solamente se trataba de un justificante para el profe, y ha añadido "ni
que fuera el presidente del gobierno".
Y le he respondido lo siguiente:
Querido hijo, posiblemente, un maestro, es una de las pocas personas en
este mundo, a las que debes respeto, ya que de él depende, que tu
futuro, sea el de una persona educada, y con conocimientos.
De
él dependen, también, los presidentes de gobierno, y cualquier otra
profesión, de su trabajo dependen, en resumen, todas las personas que
nos encontraremos en nuestra vida, y de él depende, el concepto que esas
personas a su vez, tengan de nosotros.
Presidente de gobierno, puede ser cualquiera, como puedes ver en los últimos tiempos.
Maestro, solo pueden ser unos pocos, únicamente, los dispuestos a
llevar una vida de entrega y esfuerzo, inculcando valores y
conocimientos al bien más preciado de un padre: sus hijos.
Sin
mirar, cedo mi puesto al maestro, durante gran parte del día, para que
colabore con tu educación, pero JAMÁS, permitiría que un presidente del
gobierno lo hiciera.
Es por eso, que le demuestro respeto, y
afecto. Si este justificante, fuera para un presidente de gobierno,
posiblemente ni siquiera lo escribiría, porque a un presidente de
gobierno, a cualquier presidente de cualquier gobierno, le importa poco
tu educación.
Me ha mirado sonriendo, y me ha dicho "tienes razón".
miércoles, 16 de julio de 2014
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