- Algunos medios internacionales apuntan que el nombre elegido es un homenaje a Francisco de Asís, conocido como el santo de los pobres.
- El nuevo pontífice es jesuita, como también lo era el misionero navarro San Francisco Javier.
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"¿Quo nomine vis vocari?" ("¿Con que nombre quieres ser llamado?"). Es la pregunta que le ha hecho el cardenal Giovanni Battista Re al nuevo papa, en nombre de todos los electores. Él ha respondido: "Vocabor Franciscus" ("Me llamaré Francisco").
El nombre adoptado no sólo significa una preferencia, también puede ser una indicación de cómo será su pontificado. Algunos medios apuntan que el nombre elegido es un homenaje a Francisco de Asís. Este santo italiano, patrón del país y conocido como el santo de los pobres, es uno de los más importantes de la Iglesia. Procedente de una familia rica, pasó a llevar una vida austera y animaba a sus seguidores a hacer lo mismo, por lo que la elección del nombre podría verse como un llamamiento a la sencillez.
Bergoglio es también el primer jesuita en ponerse al frente de la Iglesia, como jesuita era San Francisco Javier, importante misionero navarro fallecido en China.
El antecesor de Bergoglio, Joseph Ratzinger, eligió el nombre de Benedicto XVI. Lo hizo en memoria de Benedicto XV, "un valiente y auténtico profeta de la paz ante el drama de la primera guerra mundial", según confesó el 27 de abril de 2005, una semana después de ser elegido sucesor de Juan Pablo II.
El nombre adoptado puede ser una indicación de cómo será su pontificadoA lo largo de la historia de la Iglesia, los papas no siempre cambiaron de nombre. Hasta el año 532 todos los sucesores de San Pedro usaron sus nombres de pila y así existen San Lino, San Anacleto, San Evaristo, San Alejandro, San Telesforo o San Igino.
La tendencia la cambió Mercurio el romano, al ser elegido papa el 31 de diciembre del año 532. Mercurio era nombre pagano, por lo que el nuevo pontífice decidió pasar a llamarse Juan II, en honor de su predecesor Juan I, un mártir de la Tuscia, zona del norte de Roma.
Juan II fue papa hasta el año 535 y a partir de ese momento muchos de sus sucesores le imitaron y comenzaron a cambiar su nombre de pila por el de apóstoles, mártires u otros papas. Hasta ahora, el nombre más repetido ha sido Juan, 23 veces, seguido de Gregorio y Benedicto, con 16 veces cada uno.
Fuente:
http://www.20minutos.es/
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