Envíanos, Señor, tu Espíritu.
El Espíritu del Amor,
Espíritu de color rojo como la Pasión y el martirio,
Espíritu de manos entrelazadas entre Padre e Hijo.
Envíanos tu Espíritu,
Paloma de Paz
que regala al mundo tu amistad.
Envíanos tu Espíritu,
para que no se nos olvide lo que es amar,
para que no echemos en saco roto la Palabra de la Verdad.
Envíanos tu Espíritu,
fuego valiente en la oscuridad.
Envíanos tu Espíritu,
a los que se van a confirmar,
a los que lo hicieron ya,
a la Iglesia, hogar de fraternidad.
Envíanos tu Espíritu,
para que no olvidemos a los pobres y humildes,
a aquellos que llevan en su corazón el sello del amor.
El Espíritu del Amor,
Espíritu de color rojo como la Pasión y el martirio,
Espíritu de manos entrelazadas entre Padre e Hijo.
Envíanos tu Espíritu,
Paloma de Paz
que regala al mundo tu amistad.
Envíanos tu Espíritu,
para que no se nos olvide lo que es amar,
para que no echemos en saco roto la Palabra de la Verdad.
Envíanos tu Espíritu,
fuego valiente en la oscuridad.
Envíanos tu Espíritu,
a los que se van a confirmar,
a los que lo hicieron ya,
a la Iglesia, hogar de fraternidad.
Envíanos tu Espíritu,
para que no olvidemos a los pobres y humildes,
a aquellos que llevan en su corazón el sello del amor.
En
este día, cincuenta después de la Pascua de Resurrección, celebramos el
cumplimiento de la promesa de Jesús a los apóstoles:”cuando me marche
os enviaré mi Espíritu, que os recordará todo lo que yo os he dicho. Y
seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los
confines de la tierra”
¿Qué
efectos produjo en los apóstoles? Perdieron el miedo, se afirmaron en
que Jesús estaba con ellos, y salieron al mundo a predicar el Evangelio.
Desde
entonces, el Espíritu de Jesús, el Espíritu santo, está también en cada
uno de nosotros, y asiste a la Iglesia en su difícil caminar a través
de la historia. Con la venida del Espíritu podemos decir que comenzó la
Iglesia. Los apóstoles fueron creando comunidades cristianas por todo el
mundo conocido entonces.
San
Pablo, en la primera Carta a los fieles de Corinto, les dice: “¿No
sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en
vosotros?”
Nosotros
recibimos el Espíritu Santo en el Bautismo, y después, nuevamente, en
la Confirmación. Él es el que nos propone las buenas obras, el que nos
da fuerzas para ser seguidores y testigos de Cristo.
En
el rezo del Credo decimos: creo en el Espíritu santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas”. Es
una buena confesión de fe en el Espíritu. Siempre que nos santiguamos lo
hacemos:”En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
Hemos
dicho que somos templo del Espíritu Santo. Por eso, todo cristiano
tiene una dignidad altísima, porque en él habita el Dios-Espíritu Santo.
Y por eso mismo, toda persona merece un gran respeto. Con esta fiesta
de Pentecostés, decíamos, que se da por concluido el tiempo Pascual. La
importancia de la Pascua, de la Resurrección del Señor, es tan
importante, que los cristianos la celebramos durante cincuenta día.
Durante todo este tiempo, el cirio pascual ha estado encendido en las
Eucaristías, como signo visible de esa resurrección. A partir de ahora,
sólo se encenderá para los bautizos y los entierros. El cirio representa
a Cristo resucitado, luz del mundo.
Buenas
noches, mi nombre es SABIDURÍA; desde siempre estoy presente, soy amiga
de los hombres, me he difundido por todo el universo, he dado unidad a
todas las cosas, amo la justicia, la paz, la verdad y la sencillez de
corazón.
Muchos jóvenes como tu comparten mis ideales y se entregan a grandes causas, buscando ser solidarios con los hermanos.
Si
profundizas y buscas seriamente en tu interior, me encontrarás para
llevar a cabo tus más grandes ideales. Porque “las grandes obras
producen algo espléndido y yo soy como un árbol que siempre da frutos.
No te límites, no vayas por la vida mirando el suelo, sueña, inspírate,
mira hacia lo alto, todas tus metas y proyectos son posibles si cuentas
sabiamente conmigo.
“Soy
un reflejo de la luz eterna, un espejo limpio de la actividad de Dios,
una imagen de su perfecta bondad”, lucha para que en ti esta imagen no
se empañe.
“Tú,
que por tu sabiduría formaste al hombre para que dominara las criaturas
salida de tus manos para que gobernara al mundo con santidad y justicia
y pronunciara sentencias con alma recta, dame la sabiduría que comparte
tu trono y no me rechaces del número de tus hijos”. Sab. 9, 2-4.
Ahora
te invito a hacer vida lo que has escuchado, en tus manos tendrás un
trozo de greda , con ella moldearas una figura en la cual darás el soplo
de la sabiduría. Realízalo en silencio y en oración.
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