jueves, 3 de abril de 2014

Reflejos de Luz

“Si busco en mis recuerdos los que me han dejado un sabor duradero, si hago balance de las horas que han valido la pena, siempre me encuentro con aquellas que no me procuraron ninguna fortuna.”
Antoine de Saint-Exupery

1.- LA SAMARITANA: Es el ejemplo de la persona alejada, que se encuentra con Jesús, se abre a su diálogo, se deja interpelar, abre su conciencia y Jesús transforma su vida. Necesitaba el agua viva para limpiar las adherencias y suciedades de su vida anterior. El agua de Jesucristo la limpia y purifica y se convierte en otra persona y en un testigo. (Jn 4, 1-31)

2.- LA MUJER ADULTERA: Personifica la capacidad de misericordia de Jesucristo. Habla del misterio del perdón cristiano. Llama a la sinceridad del corazón y de una vida recta partiendo de uno mismo. Alerta sobre nuestros juicios y prejuicios. Habla de la necesaria apertura cristiana hacia todas las personas, que siempre son dignas del amor y del perdón de Dios. Testimonia la potencialidad salvadora de la mirada compasiva de Jesucristo. (Jn 8, 1-11)

3.- EL PADRE DE LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: Es la imagen del Dios Padre rico en misericordia. Nos recuerda su amor, su bondad, su espera. Cree en la libertad y confía en el retorno de su hijo. No inquiere, no lleva cuentas del mal, sino que siempre está dispuesto al abrazo del perdón, de la reconciliación y de la vida nueva. Es justo desde el amor, un amor que no tiene medidas ni reglas puramente humanas. (Lc 15,11-32).

4.- EL HIJO PRÓDIGO: Es, de nuevo, imagen de los alejados y de aquellos que hacen, en algún momento, un uso indebido de su libertad y de sus derechos. Es prototipo, en primera instancia, de quien piensa sólo en sí mismo y busca los placeres rápidos, inmediatos y efímeros. Es después representación de la obra de la gracia, que también desde situaciones, circunstancias y conveniencias humanas, va moviendo el corazón hacia la conversión. Toma conciencia de su situación de postración, se pone en camino, se deja guiar por la reconciliación y experimentan el don y la gracia inmensos del perdón y del amor. (Lc 15,11-32).

5.- EL HERMANO MAYOR DEL HIJO PRÓDIGO: Es reflejo de tantos de los planteamientos de los “cercanos”, de los que se mantienen en la Iglesia, pero que no acaban de abrir del todo su alma a la sabiduría de Dios y a la plenitud del Evangelio. Lleva “cuentas”, el calculador, lo tiene todo apuntado, tiene sus razones y sus derechos. Pero necesita encontrar las verdades razones y derechos de la gratuidad, del perdón y del amor.

6.- NICODEMO: Representa al hombre cabal, religioso y recto que busca la verdad. La cuaresma es tiempo para no anclarnos en la “verdad” de nuestros pensamientos y opciones sino de ponernos en camino en la búsqueda de la verdad auténtica y definitiva. (Jn  3.1-21)

7.- EL ENFERMO DE LA PISCINA DE BETESDA: Es el prototipo del enfermo que aguarda la salud y de quien necesita ayuda de los demás. Llevaba enfermo 38 años y nadie le había empujado a la piscina de las aguas sanadoras. El cristiano debe estar alerta para descubrir a quien necesite de nosotros. El enfermo de la piscina de Betesda, una vez sanado, es también modelo de agradecimiento y de testimonio.

8.- EL CIEGO DE NACIMIENTO: Representa la oscuridad y la ceguera como enfermedad del cuerpo y como enfermedad del alma. Cuaresma es descubrir las oscuridades de nuestra vida cristiana y buscar la mano sanadora de Jesús, que, a través de su Iglesia, unta el barro y el ungüento de la luz en los ojos de nuestra alma. La fe es la luz; Jesús es la luz. Vivir sin la fe, vivir sin Jesús es oscuridad y ceguera. Y el cristiano, como el ciego de nacimiento, una vez recobrada la vista, debe ser testigo de la Luz. (Jn 9, 1-41)

9.- LÁZARO: Es el amigo de Jesús. Es el resucitado, signo y primicia de la gran Resurrección de Jesucristo, prenda de nuestra futura resurrección. También nosotros, si creemos, si mantenemos y cultivamos la amistad con Jesús, podremos ver la gloria de Dios y dar testimonio de ella con nuestras obras. Lázaro, junto a sus hermanas Marta y María, habla de la necesidad de mantener un trato de intimidad con Jesús y de hacer de nuestra cuaresma tiempo y espacio para nuestra Betania cotidiana. (Jn 11, 1-44).

10.- MARÍA DE NAZARET: Es la madre, es la solidaria, la asociada a la pasión, muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo. Mira la pasión y la pascua con ojos y corazón compasivos, como Jesús. Está. Testimonia así la fuerza decisiva de la presencia, de la compañía, de saber estar en el lugar donde debemos estar. María de Nazaret nos ha de ayudar a permanecer al pie de la cruz de nuestros hermanos y a saber acompañarlos con nuestra presencia y amor en sus Vías Dolorosas. (Jn 19, 25-27).

A partir de hoy y no de mañana, aceptaré la vida tal como se me presenta. Correré y pensaré un poco menos. Trataré de no crearme falsas ilusiones, las que me llevaron a un estado de melancolía.
Trataré de amar más a los que me aman, y un poco menos a los que no me aman. Comprenderé las razones de la vida, analizando cada hecho que se me presenta.
Trataré de caminar lentamente, antes de correr alocadamente... llenaré mi corazón (vacío y con llantos)... con flores de primavera y sol de verano. No dejaré que el miedo me invada, lucharé cuando mis fuerzas decaigan.
Volveré a caminar sola... volveré a pensar sola.
A partir de mañana, y no de hoy... 
Gritaré injusticias, pediré amor, sufriré por vacíos, colocaré odio en mi corazón...
FALTA MUCHO TIEMPO PARA MAÑANA.
A partir de hoy, y no de mañana...
Me vestiré de mil colores, miraré las estrellas y diré con firmeza: "¡ADELANTE! ¡La vida es dura, pero ES BELLA!"
Padre: que nos has llamado a construir tu Reino, confiándonos el anuncio de tu mensaje a los hombres de hoy, a través de la educación de niños y jóvenes.

Haznos sensibles a las realidades del mundo actual. 
Haznos ver las necesidades y urgencias que nos plantea hoy la educación.

Ayúdanos, Padre, a ser dignos de la misión que nos confías y fieles a nuestras responsabilidad en el momento presente.
Ayúdanos a crecer en disponibilidad, entrega, en esperanza y alegría contagiosas.

Haz que sepamos dialogar, compartir y construir desde nuestra vocación para que nuestro trabajo sea de tu agrado.
Te invitamos a ver ésta hermosa tarjeta virtual.
Sigue los pasos... coloca tu nombre y te emocionarás.
http://www.missionkits.org/tarjetas/cuaresma/puerta/
La gente diferente es aquella que se sale de lo "común", aquella que quiere ser ella misma sin importarle lo que piensen los demás.
Las personas distintas son las que no siguen a la masa, las que caminan con zapatos de colores para alegrar su vida y la de los que caminan junto a ellos.
Las personas diferentes no son las extravagantes o raras... son simplemente las que quieren ser fieles a aquello que son, piensan, sienten y creen.
Esas personas diferentes con frecuencia son señaladas, cuestionadas e incluso criticadas por la sencilla razón de que se salen del molde que les rodea.
Yo, apuesto por esas personas, por su mirada sincera, su talante distinto, su respeto a los otros, su improvisación ante la vida, su capacidad de crear cosas nuevas, su personalidad especial...
Y sobre todo, apuesto por su valentía, por no dejarse influenciar, por ofrecer los mismos mensajes con diferentes formas, por apostar por la vida y por no dejarse llevar.
¿No fue diferente Jesús de Nazaret? ¿no rompió estructuras? ¿no fue alguien incomprendido por su "especialidad!?
Está claro que la gente diferente hace la vida más divertida y más auténtica.

Encar_AM
reflejosdeluz@yahoo.es


Posted: 02 Apr 2014 09:30 AM PDT
¡Qué bueno es detenerse!
Señor, me gustaría detenerme en este mismo instante.
¿Por qué tanta agitación? ¿Para qué tanto frenesí?
Quiero hablar contigo, Señor.
Quiero abrirme a tu Misterio.
Siento que una agitación frenética invade todo mi cuerpo
que va y viene, se agita, esclavo de la prisa.
Señor, me gustaría detenerme ahora mismo.
¿Por qué tanta prisa? ¿Por qué tanta agitación?
Yo no puedo salvar al mundo.
Yo soy apenas una gota de agua en el océano inmenso de tu maravillosa creación.
Lo verdaderamente importante es buscar tu Rostro.
Lo verdaderamente importante es detenerse de vez en cuando,
y esforzarse en proclamar que Tú eres la grandeza,
la hermosura, que tú eres el Amor.
Lo urgente es hacer y dejar que Tú hables dentro de mí.
Vivir en la profundidad de las cosas y en el continuo esfuerzo por buscarte en el silencio de tu misterio.
Mi corazón continúa latiendo, pero de una manera diferente.
No estoy haciendo nada, no estoy apurándome.
Simplemente,  estoy ante Ti, Señor.
Y qué bueno es estar delante de Ti.  Amén.
Ignacio Larrañaga
.LA HORA DE LA CONVERSIÓN. Es una llamada a redescubrir nuestro origen. A poner en hora nuestra vida cristiana. No es tanto un esfuerzo personal cuanto, de nuevo, ir al encuentro de Aquel que nos ama.

.LA HORA DE LA VERDAD. No caminamos hacia la nada. El tiempo de cuaresma nos pone en órbita hacia la Pascua. Nuestro final definitivo no es la gran mentira en la que viven sumidos muchos hombres. Nosotros, porque Cristo nos lo aseguró con su propia existencia, sabemos que hay una gran Verdad: la vida de Jesús y sus promesas.

.LA HORA DE LA CARIDAD. Sin obras, nuestra fe, queda coja. Pero, nuestras obras sin referencia a Dios, pronto se agotan. Pueden derivar incluso en el puro humanismo. La hora de la caridad cuaresmal nos centra en Aquel donde nace el paradigma del amor: Cristo.

.LA HORA DEL SILENCIO. El silencio es un bien escaso. No se encuentra en cualquier lugar ni se compra en cualquier establecimiento. Una campana, una iglesia abierta….pueden ser una llamada a poner en orden lo que tal vez llevamos atrasado: la visita con el Señor. La oración.

.LA HORA DE LA PALABRA. ¿Cómo podemos encontrar el camino si no dejamos que el Señor nos lo indique? El reloj cuaresmal nos hace llegar con prontitud a la escucha de la Palabra. Es un tiempo de audición de lo santo, de captar aquello que es esencial para nuestra fe.

.LA HORA DEL AYUNO. Acostumbrados a mirar al reloj para la hora de la comida, la cuaresma, lo paraliza. Nos hace comprender que, la ansiedad, no es buena consejera para tener hambre de Cristo. Es un buen momento para ayunar de excesos, malos modos, blasfemias, odios, ingratitud, preocupaciones, críticas…..

.LA HORA DE LA PENITENCIA. Nos gusta el llano y antes que una simple carretera preferimos la autopista. La cuaresma nos recuerda que el sacrificio nos mantiene vigorosos, lo mismo que el entrenamiento hace grande y fuerte a un futbolista. Rectificar es de sabios y moderar ciertos comportamientos nuestros nos pueden encaminar a identificarnos más con Cristo.

.LA HORA DE LA CONFESIÓN. Hasta la mejor prenda necesita, de vez en cuando, ser llevada a una buena lavandería. Nuestras almas, en las que se encuentra impreso el sello de Hijos de Dios, tienen derecho a ser puestas a punto. La hora de la confesión nos facilita un nuevo rostro: la alegría de sentirnos reconciliados con Dios y con nosotros mismos.

.LA HORA DEL HERMANO. El encuentro con Jesús empuja al abrazo con el hermano. No podemos observar el reloj cristiano y, a continuación, olvidarnos de las horas amargas en las que viven los que nos rodean. Poner a punto nuestra vida cristiana nos exige ayudar a aquellas personas que quedaron rezagadas en la felicidad, en el bienestar o en el amor.

.LA HORA DEL CORAZÓN. Las prisas y los agobios, el estrés o el ritmo de vida que llevamos…presionan en exceso la serenidad de nuestro corazón. El reloj cuaresmal procura que, el corazón, vaya despacio, medite, reflexione, ame y se oxigene a la sombra del Corazón de Cristo.

.LA HORA DE LA MISA. Frecuentemente señalamos el reloj y preguntamos ¿y si tomamos un café? El reloj cuaresmal nos interpela ¿y por qué no una eucaristía diaria? Nunca, en tan poco tiempo, se nos ofrece tanto: acogida, perdón, calor, palabra, fuerza, silencio, amor, paz interior y poder saborear lo que sólo Jesús nos puede dar: su Cuerpo y su Sangre.

Escrito por Javier Leoz - Delegación de Piedad Popular (Pamplona)

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