Durante todo el mes de Septiembre, la Iglesia celebra el mes de la Biblia. ¿Por qué celebramos en Septiembre el Mes de la Biblia?
En
Setiembre recordamos (día 30) a San Jerónimo. La traducción al latín de
la Biblia hecha por San Jerónimo, llamada la Vulgata (de vulgata
editio, 'edición para el pueblo'), fue la Biblia oficial para la Iglesia
Católica durante 15 siglos. Únicamente en los últimos años ha sido
reemplazada por traducciones más modernas y más exactas, como por ej. La
Biblia de Jerusalén y otras.
Y
también porque en un día 26 de Septiembre de 1569, se termina de
imprimir totalmente la Biblia en español llamada “Biblia del Oso”. Fue
traducida por Casiodoro de Reina. En esa oportunidad salieron 260
ejemplares en Basilea, Suiza. De ese acontecimiento hace ya 434 años. La
tapa esta Biblia tiene un oso comiendo miel desde un panal, por esa
razón se le llama “Biblia del oso”.
La
intención es que durante este mes, en todas las comunidades cristianas,
se desarrollen algunas actividades que nos permitan acercarnos mejor y
con más provecho a la Palabra de Dios.
Propuestas para escuchar la Palabra
1 - La lectura diaria de los textos bíblicos litúrgicos
es una excelente ayuda para profundizar en la Palabra de Dios. De esta
manera nos unimos a toda la Iglesia que ora al Padre meditando los
mismos textos. También nos acostumbramos a una lectura continuada de la
Biblia, donde los textos están relacionados y lo que leemos hoy se
continúa con lo de mañana. La lectura diaria de los textos (para lo cual
Liturgia Cotidiana es una excelente herramienta) constituye una "puerta
segura" para escuchar a Dios que nos habla en la Biblia.
2 - ¿Has leído alguna vez un evangelio entero de una vez? Es
muy interesante descubrir la trama de la vida de Jesús escrita por cada
evangelista. Muchos detalles y relaciones entre los textos que cada
evangelista utiliza quedan al descubierto cuando uno hace una lectura
continuada. Este mes es propicio para ofrecerle a Dios este esfuerzo. Te
recomendamos la lectura del evangelio de Marcos. No es muy largo, en
unas horas se puede leer. Al ser el primero de los sinópticos, los otros
(Mateo y Lucas) lo siguen en el esquema general. Por lo tanto es una
muy buena "puerta de entrada" al mensaje de Jesús.
3
- Otra posibilidad para poner en práctica este mes (y tal vez iniciar
un hábito necesario y constructivo) es la oración con los salmos.
Los mismos recogen la oración del pueblo de Dios a lo largo de casi mil
años de caminata del pueblo de Israel. Nos acercan la voz del pueblo que
ora con fe, y la palabra de Dios, que nos señala esta manera de orar
para acercarnos y escuchar sus enseñanzas. En los salmos podemos
encontrar una inmensa fuente de inspiración para la oración. Hay salmos
que nos hablan de la alegría, de las dificultades y conflictos, de la
esperanza, del abatimiento, del dolor, de la liberación y la justicia,
de la creación, de la misma Palabra de Dios (salmo 118, el más largo de
todos). Aprender a rezar con los Salmos es una "puerta siempre abierta"
para el encuentro con el Dios de la Vida.
4 - La lectura orante de la Palabra, realizada en comunidad, nos pone en sintonía con la voluntad de Dios.
Es un ejercicio clave para el crecimiento en la fe. La fuerza de la
comunidad nos alienta para encontrar en los textos la fuerza del
Espíritu. Todos aprendemos juntos y nos enriquecemos con el aporte de
cada uno. Existen muchos métodos de lectura orante. Simplificando al
máximo podemos decir que los siguientes cuatro pasos son los más
comunes:
Meditación
Oración
Compromiso
La lectura orante siempre desemboca en un desafío para vivir. La Palabra de Dios nos desafía a seguir los pasos de Jesús y cambiar nuestra vida. La lectura orante, practicada en comunidad, es una "puerta-espejo" que nos interpela y nos ayuda a discernir cómo vivir y practicar su Palabra en nuestros días.
Fuente: Catholic.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario