Antes
de nada es necesario preparar bien el lugar donde elaboraremos la
receta: puede ser tu casa, tu trabajo, tus amigos, tu familia...
Importante tenerles presentes siempre, no vivimos solos, somos seres que
necesitamos querer y ser queridos.
INGREDIENTES NECESARIOS:
1 kg de ternura y compasión para con los demás.
Una onza de corazón latente y cargado de pasión por la vida
Una rama de sabiduría madura.
Una pizca de ilusión por los proyectos que emprendes.
Dos cucharadas de buen humor bien dulce.
Gotas abundantes de solidaridad y compasión con el mundo que te rodea.
REALIZACIÓN:
Toma
la ternura con las manos limpias y mézclala con la ilusión por la vida.
Déjalo cocer durante 1 hora de forma que cuando esté compacta puedas
añadirle la rama de sabiduría, esta te ayudará a mirar como se cuece tu
vida y la de los demás.
Cuando
haya hervido la pasión por las personas que te rodean añádele las dos
cucharadas de buen humor, esto hazlo cuando veas que el preparado está
triste o en soledad, te ayudará a darle un especial sabor a la santidad
que todos llevamos dentro.
Déjalo
reposar durante unos minutos junto a la rama de sabiduría, hará que el
paladar de tus comensales se deleite con el contraste santo de sabores
unidos.
Vuelca en una bandeja lo
realizado hasta ahora y mételo en la nevera, no sin antes haber añadido
las gotas abundantes de solidaridad y compasión, estos ingredientes le
darán un toque único a tu postre pues se empapará lentamente de amor al
prójimo.
Por último, llévalo a la mesa con una sonrisa, contagiará cariño a quienes lo prueben.
¡Suerte con la receta! ¡Verás como te sale todo bien!
Ah,
no olvides apagar el fuego de la cocina... es importante que lo hagas
pero también es importante que ese fuego se traslade a tu corazón de
forma que nunca se apague. ¡Animo con ello!
Encar_AM
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