sábado, 14 de diciembre de 2013

Megapost Reflejos de Luz


Pulsa sobre la imagen para descargar un bonito Belén recortable
La exhortación apostólica, la primera del Papa Francisco, tiene una extensión en español de 142 páginas y está dividida en una introducción y cinco capítulos cuyos títulos son: "La transformación misionera de la Iglesia","En la crisis del compromiso comunitario", "El anuncio del Evangelio","La dimensión social de la Evangelización" y "Evangelizadores con espíritu". El audio grabado por el P. Antonio López, director del programa de Radio María "La voz del papa" fué publicado en el audio kiosco IVOOX en dos partes http://www.ivoox.com/evangelii-gauidum-1-2-audios-mp3_rf_2620960_1.html. y http://www.ivoox.com/evangelii-gaudiu... 
que hemos unido y agregado plantilla de video acorde con la platafoma YOU TUBE.La duración de la lectura de toda la exhortación es de unas 5 horas y media. Da gracias a Dios y ora para que llegue cumplirse lo que se dice en ella.
Hace muchos, muchos años, en el año 1182, nació en la ciudad de Asís un niño al que bautizaron con el nombre de Francisco. Su padre era un rico comerciante y su madre, una piadosa mujer que enseñó al niño a amar a Dios.

Francisco creció alegre y despreocupado junto a sus amigos, hasta que un día descubrió que esa vida vacía no lo hacía feliz. El deseaba algo más. Sin saber cómo, una tarde, llegó a una capillita derruida y abandonada y se puso a orar:

- Señor -decía-, ¿qué quieres Tú que yo haga?

De pronto, la imagen de Cristo que había en el lugar le dijo:

- Francisco, restaura mi Iglesia que ya se derrumba.

El joven entonces, decidió cambiar su vida y ser otro, entregarse a los más pobres. Regresó a su casa, habló con sus padres y les contó sobre el nuevo rumbo que daría a su existencia. El padre, indignado, lo trató de mal agradecido y loco, pero Francisco le devolvió sus ricas vestimentas y comenzó a servir a Dios.

Al principio los habitantes del pueblo pensaban que el muchacho estaba desquiciado, pero al cabo de un tiempo empezaron a escucharle con respeto, cuando él predicaba el amor de Dios y la buena noticia del Evangelio.

Algunos de sus antiguos amigos se burlaban de él; en cambio otros, decidieron imitarle y poco a poco se fueron reuniendo discípulos a su alrededor. Se dedicaban a orar y predicar la palabra de Dios, formándose así la orden de Los Franciscanos.

Entre otras devociones del muchacho, siempre había sentido un amor especial por la Navidad. Fue así que recibió otra inspiración del Señor. Se acercaba Nochebuena y decidió representar la humildad del pesebre tal como sucedió en Belén, ¡hasta con un burrito y un buey en una pobre gruta en medio de un bosque!. Y así lo hizo, cuando de pronto, en la noche de Navidad, la gente del pueblo se acercó con antorchas encendidas a la gruta que Francisco y sus hermanos habían preparado. Cuál no sería la maravilla de todos los presentes cuando, según dice la tradición, sucedió un milagro: el Niño Jesús quiso estar de cuerpo presente en medio de ellos. Todos los asistentes pudieron alabar al recién nacido en ese pobre pesebre, mientras los ángeles entonaban alabanzas y cantos: tal como sucedió en Belén.

Desde aquél día admirable, en todo el mundo se celebra Nochebuena imitando la inspiración de San Francisco de Asís, en torno a un humilde pesebre que recibe al Hijo de Dios.

Me senté en la mejor de mis estrellas y pensé en ti, solo en ti, porque sabes; te amo, y por eso hice un mundo, donde pudieras estar, hasta que llegara el momento en que vivieras junto a mi; en ese mundo puse la
belleza en una flor, puse tierra y semillas para que pudieras comer, puse el cielo y le di el día y la noche, en el día puse un sol para que sintieras el calor de mi amor, y en la noche puse la frescura para que sintieras sin ver, puse la oscuridad y en ella la luna y las estrellas para que supieras que en la penumbra hay belleza, que la belleza no solo se ve, sino que también se siente y que hice las estrellas para ti.

Puse un mar, en ese mundo puse animales, todos diferentes de forma y color para que los pudieras distinguir, también pensé en ellos y les di un lugar para vivir.

Pensé que te aburrirías si todo fuera del mismo color, por lo que a las plantas les di el verde, al día el azul, a la noche el negro, a las estrellas su brillo y hasta a tus ojos les di color. Permite el mal para que pudieras conocer el bien, puse en tu corazón bondad, amor y también perdón.

Pensé que no podrías estar solo, e hice a una mujer, para que hubiera un cuerpo que diera vida y mande muchos como tu, también pensé que no me entenderías, por lo que te di inteligencia.

Estaba yo feliz, pero luego vi que no sabias pensar y sabes?, Sentí decepción cuando creíste que yo no existía, que todo tenía una explicación científica, y la tiene, porque la puse para que pudieras
entenderme con mayor facilidad.

Y como te amo, de vez en cuando o muy seguido te mando un problema, que es un regalo que te doy para que aprendas a crecer, y aun así, dudas de mi.

Todo el tiempo pienso en ti, y todos los días mando una señal especialmente para ti, y aunque te di ojos te veo ciego, y en el mundo que te regalé sembraste semillas, pero no para comer, sembraste el odio,
el egoísmo, la frialdad y las dejaste crecer, y te pedí que las cortaras y no me hiciste caso, porque vives tu mundo material. Y como te hacías sordo a mi voz, decidí escribirte esta carta para recordarte que te amo,
y si me has hecho daño, te perdono, yo también siento, y sabes, te pido que me recibas en tu corazón, y que encuentres en mi consuelo, paz y tranquilidad…

Acércate a mi, no necesito decirte quien soy........ Tu ya lo sabes.


Preparado para que, cuando Tú llames, yo te abra
Despierto para que, cuando Tú te acerques, te deje entrar
Alegre para que, cuando Tú te presentes, veas mi alegría

QUIERO ESTAR EN VELA, SEÑOR
Que, el tiempo en el que vivo, no me impida ver el futuro
Que, mis sueños humanos, no eclipsen los divinos
Que, las cosas efímeras, no se antepongan sobre las definitivas

QUIERO ESTAR EN VELA, SEÑOR
Y que, cuando nazcas, yo pueda velarte
Para que, cuando vengas, salga a recibirte
Y que, cuando llores, yo te pueda arrullar

QUIERO ESTAR EN VELA, SEÑOR
Para que, la violencia, de lugar a la paz
Para que los enemigos se den la mano
Para que la oscuridad sea vencida por la luz
Para que el cielo se abra sobre la tierra

QUIERO ESTAR EN VELA, SEÑOR
Porque el mundo necesita ánimo y levantar su cabeza
Porque el mundo, sin Ti, está cada vez más frío
Porque el mundo, sin Ti, es un caos sin esperanza
Porque el mundo, sin Ti, vive y camina desorientado

QUIERO ESTAR EN VELA, SEÑOR
Prepara mi vida personal: que sea la tierra donde crezcas
Trabaja mi corazón: que sea la cuna donde nazcas
Ilumina mis caminos: para que pueda ir por ellos y encontrarte
Dame fuerza: para que pueda ofrecer al mundo lo que tu me das

Quiero estar, en vela, Señor
Entre otras cosas porque, tu Nacimiento,
será la mejor noticia de la Noche Santa
que se hará madrugada de amor inmenso en Belén.
¡VEN, SEÑOR!


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