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Además
de los pastores, otros personajes decisivos completan en estos días la
escena de Belén. Se trata de los Magos. Los Evangelios no dice que
fueran Reyes, pero la tradición ha supuesto –con cierta lógica– que
debían ser tales cuando llegan a Jerusalén preguntando por el Rey de los
judíos y cuando, además, son recibidos por la máxima autoridad del
lugar: el rey Herodes. Por otro lado, sus regalos son los propios de un
rey.
Tampoco
dice S. Mateo cuántos eran: “Unos Magos venidos de Oriente” (de ahí sus
ropajes persas). Esos Magos podían ser dos, cuatro, seis... Pero como
fueron tres sus regalos (oro, incienso y mirra), la tradición ha
deducido que ese debía ser el número de los que se reunieron en Belén.
Lo que sí mencionan las Escrituras es su profesión: eran magos, es
decir, estudiosos de las estrellas y de sus movimientos en el Cielo; y
precisamente de ese oficio se valdrá Dios para atraerlos –mediante una
estrella– hasta el lugar exacto donde se encontraba Jesús.
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1.- Silencio: “Cuando la noche mediaba su carrera, y un silencio en calma lo envolvía todo, tu Palabra se precipitó sobre la tierra”.
2.- Contemplación:
“María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”. “Los
confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios”. “La
Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su
gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de
verdad”.
3.- Adoración: al introducir en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios.»
“Nos ha amanecido un día sagrado: venid, naciones, adorad al Señor, porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra.”
4.- Cánticos: Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre.
5.- Prontitud y obediencia: Vamos
derechos a Belén, a ver eso que ha pasado y que nos ha comunicado el
Señor. Fueron corriendo y encontraron a María y a José y al niño
acostado en el pesebre.”
6.- Alabanza y acción de gracias: “Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho”.
Apareció
una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
«Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios
ama».”
7.-Ternura: “Encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”.
8.- Amor: “La
Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino y
en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no
la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.” Pero a
cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en
su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor
humano, sino de Dios.
9.- Conocimiento de Dios: “Este es de quien dije: «el que viene detrás de mi pasa delante de mi, porque existía antes que yo».
Pues
de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia: porque la ley
se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de
Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: El Hijo único, que está en
el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.”
10.- Testimonio: ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria!
Ángel Moreno de Buenafuente
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Hace
mucho, pero que mucho tiempo, el pueblo de Israel poblaba ya la tierra
de Palestina, y combatía como ahora contra los pueblos que allí
habitaban. Los reyes que les gobernaban sólo pensaban en ampliar sus
fronteras. Los jueces que intentaban solucionar los problemas entre los
ciudadanos no eran justos, no ayudaban a los pobres, y se dejaban
sobornar con facilidad. La gente estaba muy cansada de la muerte y de la
destrucción que ocasionaban estas interminables guerras y deseaban con
ansia la paz.
Un profeta llamado Isaías, hombre soñador, comunicó al Pueblo este mensaje que le susurró Dios cuando rezaba:
“Crecerá un brote del tronco de Israel, y un retoño de sus raíces brotará”.
Se refería a un niño que iba a nacer, y que cuando se hiciese grande, tendría muchas cualidades. Continúa Isaías
“Sobre
él se posará el Espíritu de Dios; lo hará sabio e inteligente, buen
consejero y fuerte, conocedor de los misterios más hondos y amigo de
Dios. En su vida, se dejará guiar por el respeto a Dios y a todos los
seres vivos.
No juzgará por las
apariencias, ni por lo que le digan o dejen de decir otros. Juzgará con
justicia a los débiles y a los fuertes, y ayudará a los pobres de la
tierra. Herirá al hombre cruel, no con armas, sino con palabras sinceras
que lo harán sonrojar al verse descubierto en su maldad; y no tendrá
miedo de denunciar las injusticias.
Hombre Justo será llamado, siempre irá con la verdad por delante.
Entusiasmará
a muchos con su proyecto, y con el compromiso de los que creerán en él y
continuarán su labor, se logrará una tierra donde reine la PAZ y la
armonía; no sólo entre los hombres, sino entre estos y la naturaleza.
Una tierra donde serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo se
echará con la oveja; el gato y el perro jugarán juntos, y un niño
pequeño los conducirá. La vaca y la osa pacerán, juntas acostarán a sus
crías; el león comerá paja como los bueyes. Hurgará el niño en el
agujero de la serpiente sin que le pase nada, y en el hoyo de la víbora
el recién nacido meterá la mano. Nadie hará daño, nadie hará mal en todo
mi santo Mundo, porque la tierra estará llena de conocimiento de Dios,
como cubren las aguas el mar”.
Y
así terminó de hablar el profeta, y el mundo tuvo que esperar aún muchos
años hasta que naciera Jesús. Los cristianos creemos que este mundo de
Paz y Armonía descrito por el profeta es posible si todos nos juntamos,
creyentes, indiferentes y ateos; hombres y mujeres; niños, adolescentes y
jóvenes… y hacemos una cadena de favores que haga del amor la norma de
vida, pues:
En Navidad y siempre
vivir amando no es tiempo perdido y hacer todo con amor es una vida
ganada, porque… en Navidad y siempre si no tengo amor no soy nada.
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Es por Tu AMOR Señor que no me rendiré
Y aunque quebrado estoy, me sostendrá la fe Es por Tu Amor Señor, que llegaré hasta Ti Y pediré perdón por todo lo que fui Es por Tu Amor Señor , que no veré hacia atrás Solo confiaré en Ti , Tu voz me guiará Es por Tu Amor Jesús que cambiaré mi mal Tu Bien obrará en mi otro milagro más. Es por Tu Amor Señor , que aún canto para TI No por lo bueno que soy porque te conocí Es por Tu Amor Señor , que sabré amar mi cruz Tu gracia bastará me alumbrará tu luz Es por Tu Amor Señor que pequeño me haré Para llegar allí, a lavarte los pies Es por Tu Amor Señor , que llegaré al final cantando a viva voz que nadie me amó igual... Es por Tu Amor Señor , que no me rendiré… Y aunque cansado estoy te esperaré |
El
Adviento es un tiempo cuyo nombre (adventus) significa “venida”. Al
revivir la espera gozosa del Mesías en su Encarnación, preparamos el
Regreso del Señor al fin de los tiempos : Vino, Viene, Volverá.
“El
tiempo del Adviento tiene dos características: es a la vez un tiempo de
preparación a las solemnidades de Navidad en que se conmemora la
primera Venida de Hijo de Dios entre los hombres, y un tiempo en el
cual, mediante esta celebración, la fe se dirige a esperar la segunda
Venida de Cristo al fin de los tiempos.
Por estos dos motivos, el Adviento se presenta como un tiempo de piadosa alegre esperanza”
(Calendario Romano n.39)
El
adviento, un tiempo para vivir y celebrar, bajo el signo de “encuentro”
entre un Dios que viene al encuentro del hombre, y el hombre en busca
de Dios.
Los
hombres desean la paz, aspiran a la justicia y la libertad, sueñan
felicidad. Desde siempre. De generación en generación, de año en año, a
través de los siglos, se prolongan estos anhelos frecuentemente
decepcionados.
En
estos llamados y búsquedas de los hombres se expresan las promesas de
Dios. La historia de Israel, el pueblo de Dios, es el signo de estas
promesas y revelan su realización, conduce a Cristo Jesús y nos lo da.
Con
los deseos y los anhelos de los hombres, la Iglesia, hoy, hace su
oración. Nos asegura que Dios cumple sus promesas. En pos del profeta
Isaías, con las palabras vigorosas de Juan Bautista, no dice, como la
Virgen María que hay que acoger a Cristo.
El
Adviento: re-encontrar, en el fondo de sí mismo, todo lo que puede ser
salvado; volverse hacia Cristo, que vendrá un día en su gloria, pero que
ya está y nos espera. Volverse hacia Cristo es lo que llamamos
“Convertirse”. El Adviento es tiempo de conversión. Y tiempo de espera.
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En este enlace podréis escuchar las palabras que nos dirige Jesús en el día de su cumpleaños.
http://www.poderato.com/reflejosdeluz/reflejos-de-luz/cumpleaos-de-jess
Como
sabrás nos acercamos nuevamente a la fecha de mi cumpleaños, todos los
años se hace una gran fiesta en mi honor y creo que este año sucederá lo
mismo.
En
estos días la gente hace muchas compras, hay anuncios en el radio, en
la televisión y por todas partes no se habla de otra cosa, sino de lo
poco que falta para que llegue el día.
La
verdad, es agradable saber, que al menos, un día al año algunas
personas piensan un poco en mi. Como tú sabes, hace muchos años que
comenzaron a festejar mi cumpleaños, al principio no parecían comprender
y agradecer lo mucho que hice por ellos, pero hoy en día nadie sabe
para que lo celebran. La gente se reúne y se divierte mucho pero no
saben de qué se trata.
Recuerdo
el año pasado al llegar el día de mi cumpleaños, hicieron una gran
fiesta en mi honor; pero sabes una cosa, ni siquiera me invitaron. Yo
era el invitado de honor y ni siquiera se acordaron de invitarme, la
fiesta era para mí y cuando llego el gran día me dejaron afuera, me
cerraron la puerta.
Y yo quería compartir la mesa con ellos! (Apocalipsis 3,20).
La
verdad no me sorprendió, porque en los últimos años todos me cierran
las puertas. Como no me invitaron, se me ocurrió estar sin hacer ruido,
entré y me quedé en un rincón. Estaban todos bebiendo, había algunos
borrachos, contando chistes, riéndose a carcajadas. La estaban pasando
en grande, para colmo llegó un viejo gordo, vestido de rojo, de barba
blanca y gritando: "JO JO JO JO", parecía que había bebido de mas, se
dejó caer pesadamente en un sillón y todos los niños corrieron hacia él,
diciendo " SANTA CLAUS" "SANTA CLAUS" como si la fiesta fuera en su
honor!
Llegaron
las doce de la noche y todos comenzaron a abrazarse, yo extendí mis
brazos esperando que alguien me abrazara. Y ¿sabes?, nadie me abrazó.
Comprendí entonces que yo sobraba en esa fiesta, salí sin hacer ruido,
cerré la puerta y me retiré.
Tal vez crean que yo nunca lloro, pero esa noche lloré, me sentía destruido, como un ser abandonado, triste y olvidado.
Me
llegó tan hondo que al pasar por tu casa, tú y tu familia me invitaron a
pasar, además me trataron como a un rey, tú y tu familia realizaron una
verdadera fiesta en la cual yo era el invitado de honor, además me
cantaron las mañanitas; hacia tiempo que a nadie se le ocurría hacer
eso. Que DIOS bendiga a todas las familias como la tuya, yo jamás dejo
de estar en ellas en ese día y todos los días.
También
me conmovió el pesebre que pusieron en un rincón de tu casa. ¿Sabías
que hay países que se esta prohibiendo poner nacimientos? Hasta lo
consideran ilegal. ¿A donde ira a parar este mundo?
Otra
cosa que me asombra es que el día de mi cumpleaños en lugar de hacerme
regalos a mí, se regalan unos a otros. ¿Tú que sentirías si el día de tu
cumpleaños, se hicieran regalos unos a otros y a ti no te regalaran
nada?.
Una
vez alguien me dijo: ¿Cómo te voy a regalar algo si a ti nunca te veo?
Ya te imaginaras lo que le dije: Regala comida, ropa y ayuda a los
pobres, visita a los enfermos a los que están solos y yo los contaré
como si me lo hubieran hecho a mí (Mat.- 25,34-40)
Cada año que pasa es peor, la gente sólo piensa en las compras y los regalos, y de mí ni se acuerdan...
Probablemente así hablaría JESUCRISTO
Por eso, VIVE verdaderamente esta Navidad!!!
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Posted: 15 Dec 2013 07:30 AM PST
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Una estrella te indicará dónde estoy, síguela. Con ella quiero hacerte los mejores regalos
Te regalo a mi Madre, para que sea tu Madre.
Te regalo mi alegría para que tengas una fuente inagotable de paz.
Te regalo mis fuerzas para que te sostengas en tu cansancio cuando sirvas a los demás.
Te regalo la quietud de la noche bendita de mi nacimiento para que llenes tu alma de paz.
Te regalo mis ojos para que con ellos puedas dar una nueva mirada a este universo que puse a tu servicio.
Te regalo mi corazón para que lleno tu corazón de él, puedas prodigarte a los demás.
Te regalo la mula del establo para que calientes con tu fervor.
Te regalo mi sencillez para que puedas llegar al Reino de los Cielos.
Te regalo la serenidad de aceptar las cosas que no puedo cambiar y mi valentía para cambiar las que puedo.
Te regalo mis ángeles para que te enseñen a ser mensajero de paz.
Te regalo la miel que llevaron los pastores para que endulces la vida de los tuyos con cariño y generosidad.
Te regalo mi humildad para engrandecerte.
Te regalo mi estrella para que te muestre el camino que a mí conduce.
Te regalo la luz de mi mirada para que guíe tus pasos.
Te regalo mi alegría para que con ella contagies al mundo.
Te regalo mi ternura para que con ella sirvas a los pequeños y a los necesitados.
Te regalo mis manos para que con ellas construyas mi Reino.
Te regalo mi amistad para que en ella te apoyes.
Te regalo mi paz para que la contagies a todos los que crucen en tu camino.
Como la estrella iluminó el camino de los reyes, recibe la luz de mi amor para que la irradies a los demás.
Te regalo mi pesebre para que en él repose tu corazón.
Te regalo el sol para que así como él alumbra al mundo, alumbres tú la vida de tu familia y tus amigos.
Te regalo mis pies para que te guíen por el camino de la verdad.
Te regalo mi boca para que con ella denuncies la injusticia.
Te regalo mi amor para que sea la prenda de tu felicidad.
Este regalo, esta estrella es la mejor estrella… el regalo que te hago en Navidad.
CANCIÓN (David Bisbal y Gisela)
Siguiendo una estrella he llegado hasta aquí.
Aunque es largo el camino yo seguiré hasta el fin.
Cuando sientas miedo y no puedas seguir,
su luz es tu destino y hoy brilla para ti.
Cógela y aprieta fuerte, lucha cueste lo que cueste
Contra el viento contra el fuego llegarás al mismo cielo.
Mi estrella será tu luz. Coge mi mano yo estoy contigo
Esto es un sueño. Sueña conmigo.
Mi estrella será tu luz Y conseguirlo no es tan difícil
si la voz te sale del corazón
Juntas nuestras manos la estrella brillara.
La música es la fuerza que nos empujara
Tantos corazones en una sola voz.
Tantas ilusiones en un corazón.
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Por los que esperan,
por los que desesperan. Por los que buscan, por los que ya no buscan. Por los que saben caminar, por lo que ya se cansaron de caminar... QUEREMOS IR CONTIGO, SEÑOR. Por los que matan, por los que son matados. Por los que aman, por los que estropean cada día el amor. Por los que confían, por los que desconfían. Por los buenos, por los malos... QUEREMOS IR CONTIGO, SEÑOR Por los que todavía ven un futuro posible, por los que ya no creen en nada. Por los que deponen las armas, por los que se aferran a las armas. Por los que promueven el mal entre los hombres, por los que sólo siembran bondad... QUEREMOS IR CONTIGO, SEÑOR Por los que callan y su silencio es cómplice, por los que hablan, y su palabra es herida. Por los que siembran cizaña, por los que quieren arrancarla deprisa. Por los que tienen miedo y se encierran en el ayer, por los que se abren cada día a un nuevo futuro... QUEREMOS IR CONTIGO, SEÑOR Por los que hacen la paz, por los que hacen las guerras. Por los que se aprovechan de los otros, por los que viven explotados. Por los que no quieren cambiar, por los que están abiertos a toda verdad. Por los que la buscan la hacen y trabajan por ella.... QUEREMOS IR CONTIGO, SEÑOR |
El
arcángel Gabriel visitó a María para darle la noticia de que en su
vientre llevaba al hijo de Dios, un niño al que tendría que llamar
Jesús.
A su llegada a Belén, María y José buscaron un lugar para alojarse, pero nadie les quiso dar alojamiento.
Muy
cerca de allí, un grupo de pastores descansaban con sus rebaños de
ovejas. Los pastores en las noches estrelladas solían agruparse para
conversar y protegerse entre sí de los lobos y ladrones que acechaban
por la zona.
Estando
todos reunidos, de pronto vieron una luz intensa que los sorprendió,
ellos tuvieron muchísimo miedo. La luz era un ángel que se acercó a
ellos y les dijo que no temieran y les contó que el Mesías había nacido.
También les explicó como llegar hasta el establo donde Jesús estaba y
de qué manera encontrarían al niñito.
Los
pastores llegaron hasta el establo y se encontraron con María, José y
un bebé muy especial envuelto en sencillas mantas en una cunita hecha de
paja, tal cual se lo había descrito el ángel.
Los pastores se arrodillaron ante el niño y lo adoraron.
Muy
lejos de allí, en Oriente, tres sabios astrólogos llamados Melchor,
Gaspar y Baltasar, sabían que esa estrella significaba que un nuevo rey
estaba a punto de nacer.
Los
tres sabios, a los que conocemos como los Tres Reyes Magos, fueron
siguiendo la brillante estrella hasta el pesebre de Belén para visitar a
Jesús.
Cuando llegaron a su destino, Melchor, Gaspar y Baltasar buscaron el pesebre y le regalaron al Niño, oro, incienso y mirra.
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Posted: 15 Dec 2013 03:00 AM PST
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El
misterio de Adviento es un misterio de vaciamiento, de pobreza, de
limitación. Debe ser así. De otro modo no podría ser un misterio de
esperanza. El misterio de Adviento es un misterio de comienzo: pero
también es el misterio de un fin. La plenitud del tiempo es el final de
todo lo que todavía estaba incompleto, todo lo que todavía era parcial.
Es el cumplimiento en unidad de todo lo que era fragmentario.
El
misterio de Adviento en nuestras vidas es el comienzo del fin de todo
lo que en nosotros no es todavía Cristo. Es el comienzo del fin de la
irrealidad. Y eso, sin duda, es motivo de alegría. Pero por desgracia
nos aferramos a nuestra irrealidad, preferimos la parte al todo,
continuamos siendo fragmentos, no queremos ser”un solo hombre en
Cristo”.
El
Cuerpo de Adán (“hombre”), que debería ser el Cuerpo del Amor de Dios,
está desgarrado de odio. El Cuerpo de Adán, que debería estar
transfigurado de luz, es un cuerpo de oscuridad y mentira. Lo que
debería ser Uno en amor está dividido en millones de hostilidades
frenéticas y asesinas. Pero sigue en pie el hecho: Cristo, el Rey de la
Paz, ha venido al mundo y lo ha salvado. Ha salvado al Hombre, ha
establecido Su Reino, y Su Reino es el reino de la Paz.
Adviento,
para nosotros, significa aceptación de ese comienzo totalmente nuevo.
Significa una disposición para hacer que la eternidad y el tiempo se
encuentren no sólo en Cristo sino en nosotros, en el Hombre, en nuestra
vida, en nuestro mundo, en nuestro tiempo. Si hemos de entrar en el
comienzo de lo nuevo, debemos aceptar la muerte de lo viejo. El
comienzo, pues, es el fin. Hemos de aceptar el fin, antes de poder
empezar. O más bien, para ser más fieles a la complejidad de la vida,
hemos de aceptar el final en el comienzo, ambos juntos.
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Aquí
os dejamos un vídeo que puede servir para la preparación del Adviento.
En una sociedad consumista, egoísta, poderosa y engreída... Jesús nacerá
y se hará presente... aunque el vino niño, pobre, débil, necesitado....
Te invitamos a preguntarte: ¿Cuál es mi Navidad?
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CLIC AQUÍ PARA DESCARGAR las oraciones de Adviento
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