viernes, 27 de diciembre de 2013

Reflejos de Luz

Acercarse a Belén ,
es acercarse al mundo de los sueños más hermosos.
Porque Belén no es una ciudad de nuestro mundo,
sino un rincón del corazón humano.

En Belén hemos nacido todos,
en Belén se apacienta nuestra infancia.
Aquí giró la historia.
Aquí nació la vida.
Hasta Belén, ser hombre
era nacer para vivir rodando
por la cuesta del tiempo.
Desde Belén , ser hombre
es aprender la enorme
aventura de escalar las alturas.
Aquí, ser hombre se convirtió en ser Hijo de Dios.
Aquí, el Dios de los cielos
inició la locura de volverse pequeño.
Por eso las campanas de Belén están locas,
replican y replican para explicarle al mundo
la alegría del cielo,
para que todos sepan que el hombre está a salvado
ahora que Dios se ha hecho hombre como nosotros.
Mirar, mirar las casas de Belén, apiñadas,
apretadas las unas a las otras,
lo mismo que un rebaño aterido,
como un coro de monjas asustadas.
Mirar su letanía de agudos campanarios
que señalan al cielo con sus dedos alzados
para decir a todos: Por aquí vino Dios.
Contemplar el mercado, sus hombres y mujeres,
sus pobres baratijas, sus comidas caseras.
El Dios de las alturas nunca fue un exquisito,
ni una ciudad fría de gélidos burócratas,
sino en pobreza de los pobres más pobres ,
en calles malolientes donde el hombre agita,
en un triste pueblo despreciado de todos.
No busquemos en Belén hermosas catedrales,
iglesias esplendentes, basílicas radiantes,
la flecha luminosa de las agujas góticas,
las vidrieras de fuego donde ardió el Medioevo.
Todo en Belén es pobre
como el Dios que lo habita.
Y ahora...,pasar conmigo por la pequeña puerta
que conduce a la gruta.
Una puerta que tiene la estatura de un niño
y en la que hay que agacharse para poder entrar.
Porque para llegar hasta el Dios de los cielos
sólo hay dos caminos:
la puerta de la infancia
y la humildad.
Para ver a Jesús, es necesario
doblar el espinazo del orgullo,
agachar la cabeza de nuestras importancias,
hacerse niños como El se hizo.

Y ahora...,arrodillémonos: aquí ocurrió el prodigio,
aquí una virgen-Madre iluminó la tierra,
aquí por primera vez se oyó el llanto de Dios,
aquí la sangre humana se vio multiplicada,
aquí un diminuto corazón de chiquillo
fue, por primera vez, el corazón de Dios.
Aquí, entre estas paredes de humedad y de piedra,
entre dos animales asustados y atónitos,
nació aquel cuerpo y sangre
que el hombre comería por los siglos de los siglos.

Alejar nuestros ojos de los falsos adornos
que camuflan la gruta,
no contemplemos ;
las lámparas ni las raídas de sedas
que quieren ocultar
el oro santo de la sencillez.
Cerrar más bien los ojos y asombrémonos.
Dejar que sea el corazón quien mire.

Y , después, alegrémonos igual que los pastores
que en esta misma gruta escucharon su anuncio:
gloria a Dios en el cielo.
paz a los hombres de buena voluntad.

Levantar nuestras manos para dar también gloria
y dejar que la paz penetre en nuestra alma
como la gran nevada de la misericordia.
Dejar que, dos mil años después,
el Niño vuelva a nacer en nosotros,
convertir nuestras almas en el portal viviente.
Y sea nuestra casa como un nuevo Belén.


En esta NAVIDAD del 2013,
queremos unirnos a todos los pueblos que buscan la PAZ.
Deseamos hacernos eco de tantos hombres, mujeres y niños
que no conocen en sus vidas un momento de PAZ.
Buscamos ser, esta Navidad y siempre, portadores de PAZ.

Sabemos que no es fácil ser un instrumento de PAZ.
Pero vamos a poner nuestro empeño en el Nuevo Año
para que nuestras relaciones humanas tengan la fuerza
transformadora de la fraternidad.

Bendice esta VELA DE LA PAZ como símbolo de
nuestro compromiso humano y cristiano para que así
alumbre la PAZ en nuestra vidas, en nuestro mundo.

Que su luz eclipse nuestras pobrezas personales.
Haz que brille lo positivo de cada uno y sepamos
transmitir a otros algo de esa LUZ que Tú nos traes.

Que en nuestro hogares, en nuestras familias,
en la casa de nuestros amigos, la Luz de la Esperanza,
la Luz de la Paz, sea una realidad.

Nos comprometemos a encender en nuestros hogares
el Día de Navidad, en que Jesús nació para ser Luz de las naciones
y Príncipe de la Paz,
a encender esta Vela simbólica para que alumbre
a los de fuera y a los de dentro.
Y así, nadie se pierda en la noche, nadie camine a oscuras.

Hoy sé que me pides, Señor, me haga la siguiente reflexión: El Hijo de Dios fue enviado por el Padre para mi salvación; vivió para enseñarme la verdad, el amor y el bien en el pensar y en el actuar; me reveló que soy querido por el Padre celestial y que el Espíritu Santo sería mi socio en el esfuerzo por caminar hacia la eternidad; padeció y murió por mí; resucitó para mí; está de nuevo con el Padre esperándome a mí… Y me pregunto ante Ti, Señor, ¿qué respuesta provoca tu Verdad en mi corazón?…

Forrado de pobreza pero ceñido en riqueza divina
sin ruidos ni trompetas triunfales
pero codiciado por la gente sencilla
Llorando, porque sabes que los hombres sollozamos,
y pequeño…por las veces en la que humanidad
se siente excesivamente, poderosamente grande
¡HAS VENIDO, SEÑOR, Y ESO ES AMOR!
Alumbrado por el seno virginal de una humilde nazarena
y, vigilado, por la sobriedad del Patriarca de ese portal
Aplaudido, hoy como entonces,
por la indiferencia de los que no saben verte
y agasajado por el zurrón de los pastores de Belén
¡HAS VENIDO, SEÑOR, Y ESO ES AMOR!
Acariciado por manos santas y puras de la Virgen María
y pretendido por otras traicioneras y engañosas
Arrullado por raspas pajas de un pesebre
y denostado por los que quieren regir y vivir como si Tú no existieras
¡HAS VENIDO, SEÑOR, Y ESO ES AMOR!
Tráenos luz que encienda las oscuridades de nuestro vivir cotidiano
Danos aquello que, sólo Dios, es capaz de ofrecer sin nada a cambio
Haznos comprender el Misterio que, en este día, se desvela
Entresijo escondido desde siglos
y resuelto en la frialdad de una mágica  noche
Déjanos postrarnos ante Ti para que, inclinándonos ante Ti,
adivinemos que Tú desciendes a la humanidad
para que, nosotros, ascendamos hasta los mismos pliegues de lo divino, ante lo que un día nos aguarda en el cielo
Míranos, con esos ojos de Niño,
para que nunca olvidemos que, en Belén, nace el AMOR
y que, con ese AMOR, venceremos a las desesperanzas e inquietudes, dudas y lágrimas, caídas y tropiezos
Para que nunca olvidemos que, sin el AMOR de Belén,
el mundo estaría huérfano y roto por sus cuatro costados
Para que nunca olvidemos que, si DIOS se hace pequeño,
Infante, humano, carne de nuestra carne
es porque cree, piensa y desea la salvación del hombre
¡HAS VENIDO, SEÑOR, Y ESO ES AMOR!
Javier Leoz
NAVIDAD NOS TRAE
La paz que el mundo es incapaz de ofrecer
La fe que la ciencia intenta soslayar
La esperanza que el hombre necesita para caminar
La pequeñez que el mundo hace tiempo dejó de valorar
NAVIDAD NOS TRAE
La claridad para la noche del hombre
El misterio de Dios hecho hombre
La grandeza que vive en el cielo
La humanidad que salta del corazón del Padre
NAVIDAD NOS TRAE
La certeza de que algo bueno tenemos los hombres
La alegría musitada por los ángeles
El resplandor que habita en el cielo
El esplendor con que se ilumina la tierra
NAVIDAD NOS TRAE
El amor de un Dios que se lanza sobre la tierra
El amor de un Dios que confía y vuelve a confiar en el hombre
La mano de los que fueron adversarios
El corazón de los que olvidaron que el amor le da vida
NAVIDAD NOS TRAE
El silencio de la noche más santa del año
La soledad de un Dios que se deja adorar en la tierra
El nacimiento de un Niño que nace entre pajas
La humildad de un Dios que rompe esquemas
NAVIDAD NOS TRAE
El gozo y el encanto de esperar y de creer
La seguridad de que no estamos solos
La emoción de escuchar el palpitar de un Señor en Belén
La oración con la que respondemos a tan gran regalo

Si tienes amigos, búscalos ¡La navidad es UNION!
Si tienes enemigos, reconcíliate, ¡La navidad es PAZ!
Si tienes pecado, conviértete, ¡La navidad es GRACIA!
Si tienes soberbia, sepúltala., ¡La navidad es HUMILDAD!
Si estas en tinieblas, enciende el farol de tu corazón, ¡La navidad es LUZ!
Si tienes tristeza, vivifica tu alegría, ¡La navidad es GOZO!
Si estás en el engaño, reflexiona, ¡La navidad es VERDAD!
Si sientes odio, olvídalo, ¡La Navidad es perdón!


Estoy aquí, junto a ti;
he nacido en la pobreza y en la humildad,
he venido en la sencillez, y estoy aquí para quedarme contigo.
¿Ya sabes qué lugar de tu corazón me vas a regalar?
Hace tiempo que camino a tu lado y voy dentro de ti,
pero en esta Navidad vengo a quedarme en tu vida.
¿Por qué me tienes aquí, oculto, algo escondido?
Soy la meta de tus caminos. Lloro tus lágrimas. Soy tu alegría.
Estoy contigo cuando te sientes perdido. He sufrido tu miedo.
Mi amor se ha hecho tu prisionero. Estoy en tu necesidad, en tus caídas.
Al nacer abracé todos tus días y tus noches.
Me he metido en la aventura de tu vida, me he hecho tu hermano.
Estoy aquí.¡Ya es Navidad! Y la Navidad permanece para siempre.

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