lunes, 10 de diciembre de 2012

En esta escena del Evangelio Jesús no solamente cura el mal físico del paralítico sino que también cura su mal espiritual: cura su pecado.
Le ofrece una llave para vivir en coherencia, la llave del perdón y el arrepentimiento que le librará del peso que le impide caminar.
El mensaje de Jesús es claro: nuestros pecados nos paralizan, nos aíslan, nos rodean de oscuridad, nos  impiden encontrarle y dificultan nuestro deseo de felicidad.
Lo que más llama la atención de este pasaje es que Jesús nunca se plantea si debe o no debe perdonar, siempre lo hace sin tener que concentrarse en ello... para eso ha venido, para perdonar y Amar.
¡Cuanto tenemos que aprender del mensaje de Jesús!
Los que acompañaban al paralítico estaban empeñados en que Jesús lo curara... lo bajan desde la terraza para que pueda encontrarse con Él. ¿con cuerdas? ¡Imagino que la escena sería muy "original"! Pero creo que el mensaje de fondo de este Evangelio es el deseo de ayudar de los dos camilleros para que Jesús pueda curar el pecado de este enfermo.
Encontrar alguien que apueste por nosotros en nuestro pecado no es fácil, encontrar quien nos ayude y nos guíe cuando nos hemos confundido... tampoco es sencillo; saber que a pesar de nuestro pecado Jesús nos ofrece una nueva oportunidad de "Levantarnos y caminar" es lo verdaderamente hermoso de este Evangelio.

Encar_AM

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