lunes, 10 de diciembre de 2012
Mis ojos... los vestiré de bondad,
para mirar a todos con cariño.
Mis manos... las vestiré de paz
para dar el perdón generosamente.
Mis labios.. los vestiré de sonrisa,
para ofrecer alegría a lo largo de la jornada.
Mis pies... los vestiré de fortaleza,
para dar pasos hacia el encuentro.
En mis dedos
pondré tu alianza, para vivir siempre tu amor.
Mi pecho... lo cubriré con la coraza de la fe,
para seguir sintiendo tu mano protectora.
Mi cuerpo y mi corazón,
los vestiré de oración,
para volverme hacia ti,
Señor, mi amigo.
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