Es
necesario cerrar determinados capítulos de nuestra vida para no
recrearnos en el dolor ni vivir perpetuamente en algo que no nos conduce
a ningún lugar.
Cerrar
situaciones personales no es fácil y no siempre somos capaces de hacerlo
tal y como quisiéramos... pero siempre hay opciones de ir clausurando
poco a poco aquello que ya pasó y que forma parte de nuestra historia.
Si
tuviéramos una cremallera de colores parecida a la de la foto
tendríamos a mano algo que nos haría recordar como cada uno de los
colores de nuestra vida nos han transmitido un mensaje cuyo eco reside
en nuestro interior.
Por
eso, cerremos con la inteligencia del amarillo, con la esperanza del
verde, con la intensidad del azul, con la pasión del rojo, con la
dulzura del rosa, con la realidad del marrón, con la sombra del negro y
con la luminosidad del blanco...
Desde ahí podremos seguir en el camino iniciado, en la vida por vivir y en trayecto que busca la meta de la realidad.
Que
cada eslabón de nuestra vida que vamos cerrando sea un paso más para
alcanzar nuestro interior como aquel que busca la felicidad propia y la
de los demás.
Encar_AM
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