EVANGELIO: Mateo 19, 13-15
En
aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera
las manos y rezara por ellos, pero los discípulos les regañaban.
Jesús dijo:
- «Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el Reino de los Cielos».
Les impuso las manos y se marchó de allí.
CLAVES para la VIDA
-
Los evangelios destacan, de forma llamativa, cómo Jesús atendía a
todos, pero mostraba su preferencia por los más débiles y marginados de
aquella sociedad y de aquella cultura. Los niños, sin lugar a dudas,
eran del grupo de los minusvalorados. El “de los que son como ellos es
el Reino de Dios” muestra la actitud que Jesús propone a sus seguidores:
su sencillez, su limpieza de corazón, la convicción de su debilidad...
son como “notas” a vivir en el caminar de un seguidor de Jesús. Y es que
la sencillez y la fragilidad del niño es toda una forma de plantarse
ante la vida y ante la oferta del Reino y sus valores. La gratuidad es
elemento natural y espontáneo de ese estilo de apertura y acogida, como
aquel que espera y confía, en este caso, del Padre y en cuanto le
ofrece. Para Jesús aquí está el “secreto” que todo lo hace diferente.
-
De nuevo, se me propone un estilo con un determinado “aire”. Y es que
los “pudientes”, los “sabiondos” no pueden aceptar de buen agrado la
gratuidad del don del Reino; su autosuficiencia se lo impide. ¡Enorme
tentación, con tantas y tan diversas formas simuladas y acosándome cada
día! Pero... es una cuestión vital: acoger el Reino y su don, o
rechazarlo con orgullo. Y tú... ¿qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario