domingo, 5 de agosto de 2012


Padre nuestro que estás en los cielos,
que me pensaste y me amaste desde la eternidad
que me trajiste a la vida, por amor y para amar.
  
Gracias Padre por tu infinito amor,
porque saberte cerca me llena de confianza
y me anima a vivir con alegría para buscar agradarte.
Tu amor no conoce de límites, ni de razones.
  
Gracias por ser Padre... por amarnos;
porque siempre tenés los brazos abiertos para recibirnos...
porque el cielo es una fiesta cada vez que volvemos a casa.

Tu amor es incontenible; nada ni nadie lo puede atrapar.
Gracias por tu amor, siempre desbordante...
Te doy gracias Padre, por cuidar de mi vida
  
Gracias por tenernos en tus brazos…
Nos diste la vida, y nos la conservás,
porque si hoy estamos vivos es porque nos salvaste miles de veces.
Nos sacaste de la esclavitud y nos hiciste tus hijos…
Gracias porque nos invitás a la confianza,
a llamarte "Abba", papá, papito.
  
Porque tu providencia siempre nos asiste,
y sabés lo que necesitamos antes de pedirtelo, gracias.
Gracias, porque cuando te demorás en nuestro pedido
es porque nos estás preparando para recibir lo que necesitamos,
pero más todavía, para recibirte a vos.
En cada regalo que nos dás, te das Vos.

Gracias por los padres que nos dieron la vida,
que entre luces y sombras, hicieron lo mejor que pudieron
y hoy somos lo que somos por ellos.
  
Danos, Padre bueno, un corazón agradecido,
un corazón generoso dispuesto a entregarse,
un corazón grande, donde entren todos.
Enseñános a amar como amas Vos, sin medidas.
Preparanos el corazón, porque nosotros también vamos a ser padres
Que llegado el momento, nuestro amor hable a nuestros hijos
de cómo es el amor del Padre Dios

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