sábado, 27 de octubre de 2012

Acostumbrarte al estilo del Espíritu forma parte de tu tarea de evangelizador. Necesitas interiorizar. Porque evangelizar no es un activismo descontrolado, donde colabora más el que más cosas hace y más tareas desarrolla.

Necesitas que el Espíritu vaya ahondando en ti el mismo ser y el mismo estilo evangelizador de Jesús. Lo que el Espíritu quiere hacer en ti es que un día puedas llegar a decir con verdad: “Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí”. Entonces serás el mejor evangelizador.

Que no te parezca una meta inalcanzable. A medida que crezcas en sencillez, serás testigo de la fuerza transformadora del Espíritu de Jesús. Déjate guiar por Él y deja que vaya haciendo de “tu corazón de piedra un corazón de carne”.

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